Más de 70 personas se interesaron por una jornada sobre esta modalidad de trabajo, que se desarrolló en el Punto Digital que funciona en el flamante Centro Comunitario Pancho Ramírez de Villa Elisa.
Estudiantes, docentes, profesionales, emprendedores y público en general asistieron a una actividad centrada en la experiencia de panelistas de distinta formación, que prestan servicios de manera remota desde la zona hacia diferentes países del mundo: Rodolfo Bonnín, de Software y Mercado Libre; Agustín Puet, de Proyect Manager; Erika Lugrín, de Comercio Exterior; e Ignacio Barragán, como fotógrafo independiente.
El anglicismo freelance se refiere a la actividad que realiza la persona que trabaja de forma independiente o se dedica a realizar trabajos de manera autónoma, que le permitan desenvolverse en su profesión o en aquellas áreas que pueden ser más lucrativas y son orientadas a terceros que requieren de servicios específicos.
El encuentro tuvo la finalidad de intercambiar información sobre esta modalidad de trabajo, a través de las experiencias vividas por personas de la ciudad y su zona de influencia, y el impacto económico generado.
Esta actividad fue organizada desde el grupo de trabajo interinstitucional que conforman la Oficina de Empleo, la Asociación para el Desarrollo, la tecnicatura superior en gestión de pequeñas y medianas empresas de la Escuela Normal Superior y el Punto Digital.
Balance
Consultada desde El Entre Ríos, la docente Cynthia Lambert hizo una evaluación de la jornada sobre trabajo freelance como parte del grupo organizador, destacando las conclusiones más importantes que arrojó.“La charla fue muy rica, porque los panelistas tienen distinta formación y trabajan en diversos servicios que prestan de manera remota desde nuestra zona hacia diferentes países del mundo. Así como también encontramos diversas trayectorias, algunos que recién están descubriendo esta estrategia de autoempleo y otros que ya tienen un vasto recorrido”, resumió.
Los miembros del panel coincidieron en distinguir como ventajas que “cada uno puede manejar sus tiempos, no se requieren grandes inversiones, las ganancias son estables y en el trabajo para el exterior la ganancia es en dólares”. Y como negativo de esta modalidad, “hay que tratar de medir los tiempos y no dedicar más que el necesario para poder también cumplir con las demandas familiares y necesidades personales”.
A su vez, Lambert reprodujo que los emprendedores aseguran que “se puede vivir trabajando bajo esta modalidad, pero requiere de constancia, esfuerzo, dedicación y que los objetivos se los impongan a sí mismos. No tienen un jefe que los presione, pero a veces la presión se la imponen a sí mismos y los clientes”.
