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Todo surge cuando los brigadistas toman conocimiento de que en un descampado en horas de la noche habían dejado ocultos una yegua con su cría, lo que hizo razonar que seguramente no eran bien habidos, ya que el que andaba detrás de los animales es un asiduo visitante de las dependencias policiales por su apego a lo ajeno.

Los uniformados se apersonan al costado este del carril de la Autovía Nacional 14 km 142 donde hay una tupida maleza. Constatan la existencia de los equinos, los cuales debieron ser secuestrados porque nadie se presentó reclamando de propiedad, lo que provocó extender el pedido de colaboración funcional –en especial a los departamentos lindantes- donde se establece que en Uruguay había actuaciones vinculadas a la localización de dos caballos de similares características.

Ante ello se lo convoca al perjudicado Roberto (51) –domiciliado en Concepción del Uruguay- quien desde el 27 de octubre buscaba sus animales, por lo que ya se había presentado en Comisaría 3º de Concepción del Uruguay para dejar sentado la faltante de sus yeguarizos, que estaban atados a soga en inmediaciones del Club Almagro al norte de Barrio 25 de Mayo. Reconocidos por Roberto los animales como suyos, se procedió a la entrega respectiva de la yegua preñada y de un potrillo.

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