Una vez que las autoridades tomaron conocimiento del caso, se inició una persecución a través del pueblo y hasta la ruta provincial 32, a alta velocidad, mientras el conductor no parecía dispuesto a detener su marcha. Incluso, llegaron a visualizar que en la zona de ingreso a la localidad de María Grande, el rodado salía de la cinta asfáltica y se reintegraba abruptamente a la misma.
Finalmente, y tras la disuasión de los efectivos policiales, se logró la detención del transporte pesado y se extrajo la llave de contacto para inmovilizarlo, unos 9 kilómetros después. El chofer resultó ser un hombre de 40 años de edad, oriundo del Estado de Santa Catarina, de la República Federativa de Brasil.
Conforme la normativa vigente (Ley Nº 24.449), se tomó como positivo el test de alcoholemia -con su máxima graduación, por tratarse de un conductor profesional-, dado que el hombre se negó a practicárselo. Asimismo, personal médico constató “evidentes signos de ebriedad” en su persona.
La unidad fue retenida y posteriormente entregada a otro chofer de la misma empresa, mientras que el conductor involucrado en la persecución fue trasladado a la comisaría de María Grande en carácter de detenido y quedó supeditado a una causa por “Resistencia a la autoridad en flagrancia”.
