Respecto a esta decisión, agregó que “en el pueblo no es novedad. Cuando fue la campaña electoral, yo ya había anunciado que no iba a cobrar el sueldo de intendenta, sólo los gastos de representación”, aseguró. “Estoy en política porque me gusta. He cumplido distintas funciones, fui secretaria de Gobierno y Economía, de Acción Social y la primera viceintendenta”, agregó. En su política de contención del gasto -está negociando con proveedores de qué modo saldar la deuda heredada- de momento no ha designado colaboradores en el Municipio. “Como adherimos al decreto provincial de asueto, en estos días de receso aproveché para tomarme un tiempo hasta designar a los colaboradores. Además, estamos reestructurando la Orgánica”, apuntó.
Conscripto Bernardi, un pueblo de 3.000 habitantes, tiene su mayor fuente laboral en la empresa Motta, que emplea a unos 40 trabajadores y ahora está en una etapa de ampliación. El resto, dependen del Estado, y el Municipio es uno de los principales empleadores.