"Soy funcionaria pública y estoy expuesta a algunas cuestiones, a críticas, a gente que le moleste lo que hago, pero tengo la absoluta tranquilidad de que a mi función la ejerzo adecuadamente, y mi trabajo será objeto de evaluación de mis superiores", aseguró Molina al ser consultada por sus publicaciones.
Y agregó: "Tengo la obligación de respetar el pensamiento diferente, la postura política diferente, y los demás tienen la misma obligación en relación a mí".
Cuando se le preguntó si se arrepentía de haber hecho las publicaciones que se le cuestionan, respondió: "Si verdaderamente las hice, que es algo que tengo que revisar, lo lamento haber molestado a alguien con las publicaciones"; pero cuestionó que de haberlo hecho "es como si metieron la mano en uno de mis cajones de mi escritorio, o haber entrado y sacado fotos del interior de mi casa, porque mi red social está en privado".
Molina insistió en poner en duda que haya hecho las publicaciones, "porque no sería ni la primera ni la última vez que se generan cuentas paralelas, o que se hackean Facebook".
"Yo estoy en la justicia desde el 2007, y en la Fiscalía desde el 2013, y cualquiera que sea parte de los procesos penales tiene acceso absolutamente a todas mis decisiones, que son fundadas por escrito y en las audiencias, y las partes siempre han tenido acceso a mis razonamientos porque los expongo elocuentemente; y creo que nadie tiene nada que objetar, sobre que haya sido tendenciosa o que las cuestiones privadas hayan influido en las resoluciones que haya tomado", concluyó.
