Para la entidad, esta medida, “nacida de una necesidad extrema del gobierno nacional para hacerse de dólares, sólo traerá profundos desequilibrios en los precios de los alimentos balanceados necesarios para otro tipo de producciones, como así también, un ajuste desproporcionado en los arrendamientos que se renuevan a fin de año con base en un precio ficticio de quintales de soja que deberá asumir el productor”.
Asimismo, desde FARER aclararon que entienden “que la libertad comercial sin intervenciones estatales, un tipo de cambio unificado, una reducción progresiva de las retenciones y un achicamiento de los gastos del Estado y de la política, son las únicas herramientas confiables y eficaces para un reordenamiento de las finanzas públicas y para un desarrollo productivo armonioso de la Argentina. Todo lo demás, sólo serán parches, placebos y manotazos que sólo conducen al precipicio”.