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"Decir que Botnia no contamina, es una auténtica barbaridad", sostuvo el médico bioquímico Carlos Goldaracena, en respuesta a las declaraciones del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez. "No es UPM la que contamina el río Uruguay. Tampoco vi que nacieran niños con dos cabezas", había manifestado el mandatario del vecino país. En respuesta, el médico bioquímico Carlos Goldaracena, quien además es integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental y del Foro ambiental de Gualeguaychú, detalló: "Si se realizaran los controles biológicos que siempre hemos reclamado que se hicieran y que son los que más rápidamente revelarían cuáles son los índices de contaminación. Recién ahora, y después de años y años de insistir sobre esta cuestión, aparece la intención de incorporar los marcadores biológicos en el río. Tabaré Vázquez no debiera olvidar que estos marcadores biológicos ya estaban alterados en el río Uruguay cuando el Estado argentino presentó su informe ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya".

Según explicó Goldaracena, "ya existen algunos estudios realizados en la zona de Fray Bentos por una científica que pertenece al LATU, uno de los organismos de investigación más serios que hay en Uruguay a los que se suman algunos sondeos con marcadores biológicos en la zona de Botnia que han arrojado como resultado que allí los mismos están alterados con respecto a otras zonas del río Uruguay. Hay alteraciones en la biota, en los sedimentos y en la flora del río, por lo que decir que Botnia no contamina, es una auténtica barbaridad".
Sobre el monitoreo
Por otra parte, Goldaracena mencionó que "lo que hoy se denomina 'monitoreo' a la planta de Botnia, en realidad es un simulacro, y por lo tanto, tampoco se puede saber exactamente cuál es el grado de contaminación real está provocando la pastera".

"No hay acceso irrestricto a la planta", advirtió. Y en ese sentido se preguntó: "¿Cómo se puede hablar de un monitoreo serio a la planta de celulosa si hay que avisar con 10 días de anticipación con ingreso limitado de especialistas argentinos y donde además a ciertas áreas de la fábrica no permiten ingresar?"

"Solo podremos afirmar que Botnia no contamina si existiera un acceso amplio e ilimitado a todas sus instalaciones para poder hacer las comprobaciones que lo que allí sucede", insistió.

Asimismo, Goldaracena apuntó que "todo el mundo recuerda los incidentes que se produjeron en Botnia, incluso desde el primer ingreso del Comité Científico a la planta, cuando se descubrió que estaban diluyendo el efluente".

Y continuó: "En otra ocasión se comprobó que los efluentes con un alto índice de alcalinidad eran desviados al río por los pluviales, algo que está terminantemente prohibido. Todos estos episodios y muchos más, sistemáticamente han sido ocultados por la contraparte uruguaya y recordemos las manifestaciones que realizara el ya fallecido canciller Timerman cuando reveló las alteraciones que se habían comprobado índices superiores a lo permitido respecto al fósforo y la dilución de efluentes de Botnia en el río Uruguay. Lo que se hace es una parodia".
Nueva pastera
En cuanto a la instalación de la nueva pastera de Botnia, Goldaracena precisó que "esta situación que actualmente ya presenta el río Uruguay se va a agravar aún más con la instalación de la segunda pastera de Botnia sobre el río Negro. Este curso de agua es tributario del Uruguay, por lo que los desechos de la futura pastera terminarán acumulándose y sumándose a los que ya proceden desde Fray Bentos y a lo largo del tiempo lamentablemente se va a producir un desastre de contaminación en el Uruguay que puede tener proporciones nunca vistas".

En relación a las consecuencias para la salud, explicó que "tampoco existe un estudio epidemiológico serio realizado en la zona donde están instaladas las pasteras sobre la evolución de afecciones oncológicas, tumores cancerígenos ni afecciones respiratorias. En la comunidad médica se habla que desde que Botnia está en funcionamiento se nota un incremento de muchas patologías respiratorias, dermatológicas, alergias exacerbadas y otros efectos crónicos que antes no ocurrían con tanta frecuencia. Por eso esto que ha dicho el presidente Vázquez respecto a las consecuencias para la salud que pueden provocar estas industrias contaminantes no tienen ningún asidero científico. En el caso de ENCE, en Pontevedra, por ejemplo donde hay una pastera similar a la de Fray Bentos, el aumento de casos de tumores alteraciones neurológicas que se han comprobado es importantísimo. Y recuerdo que cuando se pidieron copias de esas historias clínicas, casualmente se produjo un incendio que consumió el edificio en donde estaban esos archivos".

Finalmente, Goldaracena manifestó que "otra de las barbaridades que ha expresado Tabaré Vázquez es la nueva planta UPM2 se va a hacer sí o sí, máxime teniendo en cuenta que ya se sabe que la DINAMA ha puesto de manifiesto sus serias dudas sobre la viabilidad técnica y ambiental de ese proyecto a orillas del río Negro. A esta altura, la CARU debería solicitar oficialmente el proyecto de esta nueva pastera a su contraparte uruguaya para comenzar a analizarlo seriamente y exigir que el monitoreo a la actual planta de Botnia en funcionamiento sea exhaustivo y con acceso irrestricto".
Fuente: Máxima On Line

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