Ante lo sucedido, este jueves por la tarde el ente oficializó un comunicado en el que expresa “su más profundo repudio” y deja en claro que “no decaerá en la búsqueda de todas las formas de erradicación de la violencia en el fútbol en particular y en la sociedad en general”.
En la final de la división de ascenso, el sábado, jugadores de Ferrocarril y Juventud Unida de Benito Legerén protagonizaron una pelea, a la cual se sumaron simpatizantes tras saltar el alambrado perimetral.
Más graves aún fueron los hechos suscitados en el partido válido por la segunda fecha del triangular para evitar el descenso, donde Wanderer’s –que ganaba 3 a 0- y 9 de Julio de Colonia Ayuí igualaron 3-3. Al término del encuentro hubo un cruce verbal entre jugadores que pasó a mayores y volvió a contar con el agregado de simpatizantes, que se metieron dentro del campo de juego. Esto provocó la intervención de los efectivos policiales para intentar disuadirlos, aunque luego algunos hinchas del conjunto de la Colonia fueron en busca de los aurinegros y se desató el caos. Allí jugadores intentaron separar las peleas, mientras la Policía intervino con golpes de bastón, y luego con disparos de bala de goma, resultando heridas varias personas, entre ellos protagonistas del encuentro.
