El accidente ocurrió sobre el final de una recta y ante la presencia de los padres del piloto de Renault, quien fue rápidamente asistido por los médicos de la categoría y trasladado en ambulancia a un sanatorio, aunque en principio no habría sufrido mayores consecuencias físicas, más allá del shok frente a la magnitud del golpe.
Después de una breve interrupción y ante la confirmación del buen estado general de Scalbi, la organización continuó con el desenlace de la carrera que finalmente fue ganada por Marcelo Ciarrochi, a bordo de un Fiat Linea.