Analizados los segmentos vinculados directamente con la actividad turística (alojamientos, gastronomía, complejos termales, transportes, agencias de viajes, prestadores de turismo varios, entre otros), “se refleja una abrupta caída de la demanda desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, con el cierre de los establecimientos hoteleros y gastronómicos, la parálisis del transporte aéreo y terrestre de media y larga distancia, y la prohibición de circulación”.
Las medidas confirmadas y en análisis parten de la conversación con los distintos sectores representativos de la actividad, indicaron.