Allí se lo pudo ver intentando llevarse algunos elementos escondidos entre sus prendas de vestir: cinco potes de crema antiarrugas, velas aromatizantes y un talco.
Al ser detenido, el anciano dio un nombre falso a la policía, pero posteriormente los oficiales corroboraron su identidad real. Fue puesto a disposición de la justicia por el delito de hurto en grado de tentativa.