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La verdad sea dicha, en mi vida he visto un chiripá. Salvo en el caso de láminas, en las que se ve a un gaucho vistiéndolo.

Por eso no sé qué me llevó a pensar en ellos, al toparme -al entrar a una despensa, minimercado o mercado de proximidad, como ahora me han dicho que les dicen- con un cartel colocado en el vidrio de la puerta de entrada con la leyenda "prohibido el ingreso de personas con el torso desnudo".

Debo confesar que lo primero que se me ocurrió, es que ello significaba que no se debía hacerlo solo con pantalón corto o de baño, pero que con bikinis se podía, ya que la única limitación que se hacía, tenía que ver con la desnudez del busto. Concesiones a las muchachas, digo. . .

Pero vuelvo al chiripá, ya que de repente se me iluminó la mente, y se me hizo claro que el pantalón corto o de baño -claro está que los gauchos, a pesar de ser hombres de pelo en pecho, se cubrían su torso- no era otra cosa que un chiripá actualizado y mejorado.

Algo que no sirvió de cualquier manera para que me quedara más tranquilo. Ya que mi opinión, que me molesta no ver compartida, es que nadie se percata que el estar desnudos no hace bajar la temperatura del ambiente y volverla más soportable.

¿O es que de lo que se trata, no es sino de ir por la vida mostrándolo todo?
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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