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Botta, denunciado penalmente por calumnias
Botta, denunciado penalmente por calumnias
Botta, denunciado penalmente por calumnias

Por Adrián Pino


En 2015 el entonces secretario de Hacienda Municipal de Concepción del Uruguay, Oscar "Cacho" Colombo, inició una acción penal por calumnias e injurias contra el periodista Juan Carlos Botta.
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) ya manifestó su desacuerdo con el avance de la causa judicial en el fuero Penal, recordando que desde el año 2009 se aprobó la despenalización de los delitos de calumnias e injurias para temas de interés público.
El caso reabre el debate sobre el derecho del funcionario a defender su honor ante lo que considera un texto injurioso y calumniante, y la protección a la libertad de expresión que expresa todo el marco normativo que rige en Argentina.

El caso en cuestión
La causa fue iniciada a raíz de la publicación de un artículo que el funcionario considera injurioso y calumniante, donde se asevera que Colombo incrementó su patrimonio y adquirió propiedades y otros bienes a raíz de prácticas poco claras relacionadas con su función pública.
Lo llamativo del caso es que el periodista fue denunciado por haber publicado en su sitio digital un correo de lectores, que lleva la firma de Cristian Agostini que es en rigor quien cuestiona el proceder y accionar de Colombo en la función pública.
Sin embargo, y a pesar de las reservas expresas de no criminalizar la labor periodística, el juez a cargo del caso, antes de jubilarse el juez Guillermo Tomás Rojas hizo lugar al reclamo del contador Oscar Colombo y la causa avanzó hasta la instancia de Juicio Oral. El caso ahora quedó a cargo de Alejandrina Herrero, y este lunes 4 de abril se inicia el debate en el juicio oral y público por este caso que tramita ante el Juzgado de Garantías y Transición Nº2, en los Tribunales de Concepción del Uruguay.

Los argumentos en pugna

El caso caratulado "BOTTA JUAN CARLOS S/ QUERELLA POR CALUMNIAS E INJURIAS S/INJURIAS Nº OGA 025/15" tiene dos posiciones en tensión:
- de un lado, el legítimo derecho del secretario de Hacienda Municipal Oscar Colombo de defender su honor frente a lo que considera un texto calumniante. En diálogo con Radio Franca, el funcionario municipal manifestó que no va a permitir que "mansillen mi nombre" (ver todas las declaraciones en Recuadro).
- Del otro lado, todo el peso de la jurisprudencia, las leyes y los tratados internacionales de protección de la libertad de expresión, que resguardan el trabajo de los periodistas. Fue en esa senda que en 2009 el Congreso de la Nación aprobó la ley 26.551 que despenalizó los delitos de calumnias e injurias para temas de interés público.
La Ley en cuestión establece claramente que "En ningún caso configurarán delito de calumnia las expresiones referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas" (artículo 109 del Código Penal), y que "En ningún caso configurarán delito de injurias las expresiones referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas. Tampoco configurarán delito de injurias los calificativos lesivos del honor cuando guardasen relación con un asunto de interés público" (artículo 110 del Código Penal).
Si esto es lo que establece la ley, ¿por qué la justicia hizo lugar a una causa penal?

El rechazo de FOPEA

Frente a esta situación, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) emitió un documento en el que insta a la Justicia entrerriana a desistir de esta actitud de llevar al estrado a un periodista por cuestionar el desempeño de un funcionario público, como es el contador Oscar Colombo.
FOPEA recuerda que el Código Penal establece que "En ningún caso configurarán delito de calumnia las expresiones referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas" (Artículo 113 del Código Penal). Por ello, el organismo que aglutina a los periodistas de Argentina entiende que la demanda "debe tramitarse en el fuero civil y no en el ámbito penal". Allí aclaran que "el texto publicado por el medio de prensa aborda temas de interés público como el accionar de Colombo en la función pública, su crecimiento patrimonial y la contratación de proveedores desde el Gobierno Municipal", pero "no se trata de aspectos de la vida privada de Colombo los que están en discusión".

De la legalidad a la responsabilidad

Demás está decir que la corrupción no entrega recibo ni factura, por lo que las pruebas de valor judicial muchas veces son inalcanzables para el periodismo de investigación. De ahí la necesidad de contar con un paraguas protector, para que el periodismo ejerza la libertad de expresión con límites específicos a las consecuencias de las denuncias que pueda despertar una investigación.
El sistema de protección legal que rige para el periodismo y las garantías a la libertad de expresión habilitan un gran paraguas protector para el ejercicio de la actividad periodística. Es ese mismo marco de protección el que requiere redoblar la responsabilidad en el ejercicio del periodismo, ya que la sensación de impunidad muchas veces ha dado lugar a excesos y abusos en el uso de esas libertades que, gratuitamente y sin fundamento, afectan la honorabilidad de las personas (sean o no funcionarios públicos).

El caso en cuestión amerita a la vez dejar en claro que el nivel de tolerancia de los funcionarios públicos frente a la labor del periodismo debe ser muy superior al de cualquier ciudadano, ya que la crítica que ejercen los periodistas pone en tela de juicio su accionar de forma permanente.
En estos casos, el termómetro respecto a lo que se debe publicar y lo que no, pasa por un doble estándar: la misión básica de todo periodista de chequear la información que le brindan sus fuentes; y el grado de certeza en el fuero íntimo que el periodista tiene respecto a las sospechas cuando se aboca a investigar un caso. Sin estas convicciones, cualquier acto irresponsable que pueda llevar adelante un periodista afectando el honor de una persona se convertirá, esencialmente, en un boomerang que se volverá en contra suyo.

Lo que debiera estar fuera de discusión es el riesgo de la libertad de un periodista que osa cuestionar el accionar de un funcionario. Después de todo, lo que un periodista pone en juego cuando sostiene o difunde una denuncia falsa (a sabiendas de su falsedad) es, ni más ni menos, que su principal capital: la credibilidad. Y el único juicio que cuenta para estos casos es el de los ciudadanos que eligen las vías y personas para informarse.


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Habló Colombo: "No voy a permitir que manchen mi nombre"

En el programa "Otra Sudestada" que se emite por Radio Franca de Concepción del Uruguay, el funcionario Oscar Colombo brindó su parecer del caso y las razones que lo llevaron a iniciar esta querella contra el periodista Juan Carlos Botta. Colombo señaló que considera que "se trata de una cuestión particular: yo no tengo nada con el señor Botta, tengo una buena relación personal. Y cuando tuvo un problema de salud yo estuve informado de su estado y no logré entender el porqué de esa publicación".
Respecto a los motivos que llevaron el caso hasta juicio oral, Colombo precisó que "le dimos la posibilidad de que se salga del tema dándonos la información de la fuente, del origen (de la información publicada) y no lo hizo contestando por Carta Documento". Al tratarse de una Carta de lectores y no de una nota firmada por el periodista, el contador Colombo explicó que "desde el punto de vista de mi abogado, él está haciéndose cargo de la publicación".
"Di la posibilidad que se salga del tema y que las cosas queden en la nada pero no se aceptó. Yo no tengo la cola sucia, no tengo miedo o problema que se me analice, se me controle. Si me daban la fuente o me decían `lo que publiqué surge de acá´, todo hubiese quedado en la nada como era el objetivo inicial. Pero no se dio y yo no puedo permitir que se digan esas cosas porque estaría aceptando como reales a cosas que no son así".
Afectado por los delitos que se le atribuyen a Colombo en la publicación, el funcionario explicó que "Lo hablé con mi familia y amigos, y no puedo permitir esto porque son cosas totalmente inexactas. Lo único que me he llevado de la Municipalidad es el sueldo: he cumplido, he trabajado mucho; se podrá analizar si he sido eficiente o si podría haber sido mejor administrador, pero no puedo permitir esa publicación donde también se meten con mi profesión diciendo que con mis clientes hago maniobras dolosas porque según esa publicación, son netamente dolosas. Eso me afecta en lo profesional. Los que me conocen saben que el único capital que tengo es la responsabilidad y honorabilidad. No puedo permitir que por una irresponsabilidad de estas características se vea manchado mi nombre", sentenció el funcionario municipal uruguayense.

Habla Botta: "Yo estoy muy tranquilo"


En una escueta declaración a este medio, el periodista implicado en la denuncia, Juan Carlos Botta, manifestó a elentrerios.com: "Yo estoy muy tranquilo, actué como tengo que actuar. No escondí nada y me limité a transcribir una carta de lectores que enviaron a nuestro medio". En cuanto al marco legal, Botta expresó que en su momento "le comunicamos a la jueza que esta causa no debiera existir en el fuero penal, porque las calumnias e injurias fueron despenalizadas desde el 2009" cuando se trata de temas de interés público.

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