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Gabriel Faldutto superó 31 horas de viaje para llegar hasta Madrid. Se hizo de varios amigos, salió en televisión en pleno banderazo madrileño y este domingo visitará el estadio "Santiago Bernabéu" con la ilusión de ver al equipo de sus amores levantar la Copa Libertadores.

Pero llegar hasta el Viejo Continente no estaba en sus planes hasta este lunes. Ese día, inició una alocada aventura que lo llevaría a cumplir uno de sus grandes deseos, ver en vivo a su Boca amado jugar fuera del país, algo que siempre había querido, pero nunca se le había dado.

El martes al mediodía sacó el pasaje y a la noche siguiente estaba partiendo desde Ezeiza, con destino a España, donde arribó el viernes. Este sábado, participó del banderazo que se llevó a cabo en la peña de Boca, en Madrid. "Llevaron sus bombos, sus redoblantes, sus paraguas y sus banderas. Alrededor de ellos, se juntó mucha gente de todo el país, algunos de Río Gallegos, otros de Puerto Madryn, gente de Santa Fe, de todos lados", comentó Gabriel.
Peña de Boca en Madrid
Si bien no pudo calcular la cantidad de gente que había, aseguró que hubo muchas personas. "Estuvo increíble, fue una experiencia muy rara", dijo emocionado al contactarse con el programa Club de Amigos, de Oíd Mortales Radio.

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Agregó: "Acabo de volver al hotel, después del banderazo histórico en el hotel de Boca, donde estuvimos por más de tres horas esperando a los jugadores, que bajaron y saludaron a la gente. Estuvimos muy cerquita, hasta donde la Policía madrileña nos permitió. Hay un operativo de seguridad muy importante".

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El argentino contó que esta no es la primera vez que visita la ciudad europea, pero que en esta ocasión le tocó vivir una situación diferente a la de aquella vez. "Ayer fue feriado en Madrid y vino gente de todo Europa y España, con lo cual había cientos de miles de personas en las calles. Había un festejo que ellos tienen, previo a la Navidad, y realmente no puedo explicar la cantidad de gente que había en los lugares típicos como la Plaza Mayor, Esquina El Sol, Gran Vía, impresionante la cantidad de gente, sumado a los argentinos que estábamos llegando, que se ven muchos", relató.

En ese mar de personas, por supuesto, no podían faltar las camisetas rojiblancas y tampoco las azul y oro. Según su testimonio, en la ciudad se respira el clima de la gran final. "Creo que hoy va a ser mucho mayor, porque llega más gente todavía. Se ve de los dos equipos, nos cruzamos por las calles, yo no he visto ningún problema; de hecho hemos viajado en el avión mezclados", reveló.
Un viaje inesperado
El condimento de lo imprevisto fue lo que marcó esta aventura. Con una voz risueña, Gabriel cuenta cómo se fueron dando las cosas. "Fue una historia rara, porque realmente hasta este lunes yo no tenía pensado viajar. Me llamó un amigo que vive acá, en Alicante, y me dijo que tenía una entrada para mí y eso me calentó la sangre y empecé a buscar pasajes. Finalmente, la entrada que él me iba a conseguir, no la consiguió, así que yo saqué la entrada a través del club y empecé a buscar un pasaje alocadamente", comentó divertido.

Acotó que "justamente, esa mañana, viendo las redes me enteré del fallecimiento de una hincha de Boca, muy joven, que siempre participaba de todo, y eso también me hizo un clic en la cabeza de pensar que yo nunca había visto a Boca fuera del país y que siempre me había quedado con las ganas de hacerlo".

"Enterarme de eso fue como una señal", manifestó y agregó que también lo motivó el contar con el apoyo incondicional de su mujer, quien le insistió muchísimo en que lo haga. "Así fue que el martes, al mediodía, conseguí un pasaje y el miércoles, a la noche, estaba viajando", indicó.

Remarcó que lo más difícil después fue conseguir hospedaje, por este tema del feriado. "Logré sacarlo el mismo día que viajaba. Con este feriado en Madrid, estaba todo completo, no había más lugares en ningún lado", insistió.
A la distancia
El hincha xeneize comentó las repercusiones que hubo por parte de su familia y amigos. "Me llegaban fotos de que estaba saliendo en ESPN, en Fox Sport. Había una cámara que nos estaba tomando en el banderazo. Mis amigos, mi mujer, mis familiares, mandándome fotos que estaba en televisión, nosotros ni nos habíamos dado cuenta. Hice muchos amigos en el viaje también y a todos nos estaban llevando las fotos de los familiares", expresó jocoso por el momento vivido.

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Expectativas, fuera y dentro de la cancha
"Lo que justamente hoy hablábamos con la gente que estaba es que este partido es como si fuera el único, perdió sentido el partido previo en la cancha de Boca, se transformó como en la única final", manifestó.

Si bien aseguró que estar en Madrid y poder disfrutar de todo eso es una experiencia inolvidable, no quiso pasar por alto la indignación que le generó haber tenido que cruzarse de continente para poder presenciar la gran final. "No deja de parecerme una vergüenza que la Copa Libertadores de América se juegue en España, me parece que es un mensaje terrible, vergonzoso. Creo que podría haber sido, en todo caso, en cualquier otro país de América, pero no en España. Terminó siendo así", reprochó.

En ese sentido, remarcó que "sería ideal que realmente no haya ningún disturbio. La gente madrileña y española ha recibido a todo el mundo muy bien, tienen temor a que haya problemas, pero te atienden en la calle, te hacen chistes, te preguntan y la verdad es que no estaría bueno que en un país que te recibe de esta manera haya problemas", enfatizó.

Futbolísticamente hablando, Gabriel no arriesgó análisis alguno sobre qué necesita Boca para ganar el partido este domingo. "Ni sé cómo va a formar, no tengo idea. Es ir a la cancha a que gane nada más, no importa cómo ni quiénes jueguen", dijo entre risas.

Y agregó: "con todo lo que hemos vivido con el viaje, creo que la mayor parte ya nos olvidamos concretamente del juego en sí. Si te tengo que decir algo, creo que Boca tiene que ganar por la gente de Boca, porque lo que ha hecho toda la gente de Boca, en Argentina, el banderazo de allá, el banderazo de acá, las despedidas, el entrenamiento a puertas abiertas con 50 mil o 60 mil personas, creo que los jugadores entienden que este partido lo tiene que ganar simplemente por nosotros, más allá de que quedarían en la historia más grande de Boca".

Antes de despedirse, Faldutto comentó cuáles eran sus planes para disfrutar del día. "Tengo la intención de ir al Reina Sofía, al museo de Bellas Artes, a recorrer un poquito. Ir a comer algo rico, acá prácticamente todo lo es y simplemente pasear un rato y acostarme temprano, porque mañana hay que ir muy temprano a canjear la entrada".

"Las entradas parece ser que se empiezan a canjear a las 8:30", comentó y añadió que "eso fue otro desastre de la Conmebol, que había dicho que los tickets se iban a canjear viernes y sábado. Como a último momento Aerolíneas Argentinas puso un vuelo especial, que llega mañana, cambiaron la fecha de entrega de tickets para el mismo día del partido, lo cual me parece una locura, porque somos 5 mil de cada equipo que vamos a ir todos juntos a cambiar las entradas. También, muchos de los que viajamos antes lo hicimos por esa cuestión, porque no nos daba el tiempo para cambiar las entradas", manifestó indignado.

"Organizativamente, lo que hizo la Conmebol es un papelón. Yo me enteré en Ezeiza de que había cambiado el día", concluyó.
Fuente: El Entre Ríos

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