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El personal, de retención (foto: diario Uno).
El personal, de retención (foto: diario Uno).
El personal, de retención (foto: diario Uno).
“Soy Verónica Manfredi, hermana de Jorgelina de 39 años con retraso mental moderado y ceguera parcial, asistente del Centro de Día San Francisco de Asís. Por este medio, solicito que alguien tenga a bien una intermediación ante quien corresponda para destrabar el conflicto del Centro de Día San Francisco de Asís”, dice la carta.

¿A qué hace mención? A que exactamente desde el 7 de enero no hay atención por una retención de servicios del personal, derivado del no pago en tiempo y forma de sus sueldos y que a su vez la Cooperadora (quien efectúa el pago de dichos empleados) viene sufriendo por graves retrasos en el pago de las obras sociales, principalmente de “Incluir Salud.”
“La verdad es que es desesperante porque el centro, para mí y fundamentalmente para mi hermana, es de suma importancia para su contención, rehabilitación y desarrollo para una vida digna e inclusiva, ya que es una de las pocas instituciones (por no decir única) de más de 40 años de antigüedad que atiende a esta comunidad en la ciudad y la provincia de Entre Ríos”, destacó luego.
La Cooperadora con nombre de santo
Hay un silencio raro. Es mediodía de enero y el camino que va de la puerta de ingreso, que da a calle Elena de Roffo al 100 de la ciudad de Paraná, al primer piso donde está la oficina de la comisión directiva de la Asociación Cooperadora San Francisco de Asís, está despobladísimo.

Aparece una mujer que abre la puerta, e indica: “Es por la escalera”. Es un lugar quieto ahora: con actividad en suspensión, como que algo pasó y hubo que dejar todo así, y seguir después.
“Al borde del abismo”
Silvia Pasquet, presidenta de la Asociación Cooperadora del Hogar San Francisco de Asís, que desde hace cuatro décadas atiende a la población más vulnerable, con discapacidades profundas, está rodeada de papeles, carpetas con anotaciones, números de expedientes, fechas, audiencias fijadas, y habla con una sinceridad aplastante: “Estamos al borde del abismo”.

No hay empleados porque están con retención de servicios desde el 8 de enero por cuanto se ha demorado el pago de los salarios de diciembre. Sin trabajadores, el Hogar no puede funcionar, y abrir las puertas y recibir, en turnos sucesivos, a las 58 personas, entre jóvenes y adultos, que asisten al Centro de Día, entre las 8:20 y las 20:20. “El Hogar no está cerrado”, aclaró la presidenta y completó: “pero está así. Estamos esperando una solución”.

El conflicto sindical es apenas la punta del iceberg de un problema aún mayor: si los empleados no prestan servicios, las personas que asisten cada día no concurren, y si no hay asistencia, las obras sociales no pagan. No pudieron pagar los sueldos de diciembre, y si todo sigue como hasta ahora, a principios de febrero estarán en dificultades para abonar enero.
“Necesitamos plata”
En diciembre, el complejo que conforman la Escuela de Educación Integral N° 9 “San Francisco de Asís”, el Hogar de Día y el Pequeño Hogar (una residencia casi permanente, de lunes a viernes, que hasta diciembre acogía a 4 personas de extrema vulnerabilidad) necesitó una suma altísima, $9 millones al mes, para funcionar.

El 87% de ese monto se va en el pago de sueldos y cargas sociales. “Necesitamos plata”, dice, taxativa, María Delia Rubinetti, que durante casi dos décadas dirigió el Hogar “San Francisco de Asís” y que hoy es apoderada legal de la Escuela de Educación Integral.

El desfase financiero que soportan ha trastocado toda la organización administrativa de la Cooperadora. La razón es una: se cortó la cadena de pagos, y el detonante resultó el desbarajuste que provocó el gobierno de Mauricio Macri al distraer recursos que se destinaban a la atención de las personas con discapacidad al disolver la Agencia Nacional de Discapacidad. Esa decisión administrativa tuvo un efecto dominó en instituciones que asisten a personas con discapacidad y se sostienen con el aporte de la Nación. El Programa Federal Incluir Salud se pensó como una obra social para personas sin cobertura social: el Estado le paga a la institución, en este caso el Hogar San Francisco de Asís, por cada persona que debe asistir y que carece de obra social.

Pero desde hace dos años los pagos se empezaron a retrasar, y hoy el Programa Federal Incluir Salud tiene una deuda de $ 6 millones con la Asociación Cooperadora del Hogar San Francisco de Asís. La otra deuda importante es del Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), unos $3,7 millones. Pero con Iosper hay una peculiaridad: como no hay convenio prestacional -a pesar de que en 2017 pidieron que se firmara un acuerdo-, los papás que envían a sus hijos al Hogar San Francisco piden factura y la presentan en la obra social para el reintegro, una transacción que suele ser azarosa.

“No es verdad que nosotros cobremos contra factura. Los papás no pagan hasta que no les paga el Iosper”, aclaró Pasquet y detalló que “la forma de pagárselos es con depósito en la cuenta sueldo. Muchas veces, el banco absorbe ese monto por deudas que mantienen; en otros casos, no pagan, y la plata se la gastan en otras cosas. Hemos tenido que coordinar con los padres para ir nosotros con ellos al cajero y así poder recuperar algo”.
Gestiones y la respuesta desde IOSPER
Dicen que han gestionado audiencias en Iosper, en el Ministerio de Salud, en el Ministerio de Desarrollo Social y una entrevista con el gobernador Gustavo Bordet, pero las gestiones no han resultado todo lo fructíferas que han pretendido. Ni siquiera han conseguido una relación empática en el Instituto Provincial de Discapacidad (Iprodi).

Arnoldo Schmidt, gerente de Administración de Iosper, tiene una versión totalmente distinta. “No tenemos deuda con el Hogar San Francisco de Asís”, afirmó. Tiene en sus manos varias planillas con anotaciones a mano. “Me tomé el trabajo de revisar caso por caso. No hay deuda, estamos al día. Además, tenemos solo dos afiliados allí por decisión de la Justicia. Y 23 casos que se pagan por reintegros. Ya acreditamos octubre y noviembre, resta diciembre, que se presenta a mes vencido, y se paga a los 45 días. El mes de diciembre todavía no es exigible”, sostuvo.

“Estamos cumpliendo con todos, además, cada mes nosotros procesamos 10 mil trámites de reintegros. Con ellos estamos más al día que con los prestadores, que han cobrado hasta octubre”, aseguró.

En la Cooperadora del Hogar San Francisco tiene ahora el desafío por delante de encontrar la forma de saldar los salarios de los 114 empleados que tienen, y así poner a andar de nuevo la institución.
Necesitan que pague Nación
-¿Cómo se resuelve la crisis actual que atraviesan?
-Que nos pague la Nación. La mayor deuda por cobrar que tenemos es del Programa Federal Incluir Salud: nos deben $6 millones al 30 de noviembre.
Fuente: Entre Ríos Ahora.

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