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Durante los últimos 10 años, numerosas obras públicas se han realizado en Concordia. Pero también hay una lista de obras prometidas que no fueron realizadas. Una de ellas es la playa de transferencia de cargas para evitar que los camiones circulen por las calles de la ciudad.

Por un lado, las toneladas que cargan terminan provocando roturas en calles y avenidas. Por el otro, los transportes de carga pueden producir accidentes. De hecho, en 2011 falleció una persona aplastada por la carga de un camión que salió despedida del acoplado.

Enrique Legarreta, director de Tránsito de Concordia, fue consultado al respecto. Y la respuesta fue que del tema se está encargando el arquitecto Francisco Ramos Marrau, Coordinador del Plan General de Ordenación Urbana, a quien se intentó entrevistar sin éxito.

En julio del año pasado, la Asociación para el Desarrollo de Concordia (Asodeco) envió un proyecto al Gerente del Ente Administrador del Parque Industrial para que implemente la extensión de las vías del ferrocarril desde Benito Legerén hasta el interior del Parque Industrial. El objetivo es reducir la carga transportada vía terrestre, bajando así el tránsito de camiones en el ingreso a la ciudad, y promoviendo una mayor seguridad vial.

Según el proyecto, el ingreso del ferrocarril al parque está en sintonía con una futura central de transferencia de cargas, o parque logístico, que revaloriza la región como polo industrial y logístico.

En la actualidad, llegan a la estación de Yuquerí, entre 12 mil y 16 mil toneladas mensuales de madera provenientes de Corrientes, de la zona de Santo Tomé. Esto significa unos 500 camiones mensuales que cruzan la autovía 14, ingresan por la Ruta M, actual salida obligada de la ciudad de Concordia, para ingresar al parque industrial.

Rotura de calles

La situación no ha variado en lo más mínimo. Los camiones siguen circulando a sus anchas por todas las avenidas de la ciudad y más de uno se interna en las calles céntricas. Esto provoca roturas, baches, pozos y el deterioro constante de las calles asfaltadas. Quienes conocen el tema porque lo padecen diariamente son los choferes de remisse.

Matías, remisero desde hace seis años de “Libre”, una empresa cuya base se encuentra en avenida San Lorenzo, indicó que las calles están “muy feas”, “San Lorenzo, Diamante, Boulevard Yuquerí y muchas calles más”, dijo.

“Muchos pozos, muchos baches también. Entran muchos camiones que no deberían entrar por ahí. Debería haber un lugar para el tránsito pesado”, señaló. Al mismo tiempo, dijo que hay arreglos que se realizan que “quedan más o menos”.

Es consciente de que el deterioro de las calles repercute en la duración del auto que maneja. “Tenemos desgaste de cubiertas, de bujes, de todo lo que es amortiguación. Y la tarifa no alcanza para arreglar los autos”, señaló. Por ese motivo, el chofer reclamó a la municipalidad: “que arreglen las calles sino se rompen mucho los autos. Tenemos muchas calles rotas”.

Historia de una promesa

En febrero de 2008, el entonces subsecretario de Producción de la Municipalidad, Néstor Loggio, indicaba cuál podía ser el destino del mercado concentrador ubicado frente a Masisa que se encontraba cerrado en esa época. El funcionario señalaba que en el municipio predominaba la idea de convertir al mercado en una playa de transferencia de cargas.

Es más, Loggio analizaba que, debido al crecimiento del volumen de comercialización de la ciudad, era imprescindible la playa de transferencia de cargas. Y el mercado concentrador tenía “varias ventajas” para ser utilizado como tal: pertenece al municipio, se ubica a escasa distancia de la futura autopista, es una entrada y salida accesible para la ciudad, la superficie es sumamente grande, y hay una infraestructura básica ya construida (galpón, balanzas, etc.)”, etc. No obstante, en el mercado se instaló la Asociación de Carpinteros y de esa forma se perdió un lugar ideal para esa iniciativa.

El 5 de abril 2011 el gobernador Sergio Urribarri formalizaba la candidatura de Gustavo Bordet para un nuevo período al frente de la municipalidad de Concordia. Lo hacía durante la presentación del Plan Quinquenal de Desarrollo Sustentable de Entre Ríos.

“Saldremos con Gustavo a pedirle a los concordienses ese voto de confianza, fuerza y acompañamiento, por lo mucho que hemos hecho y por lo mucho que falta por hacer”, dijo el mandatario entrerriano en un colmado Cine Teatro Odeón. Urribarri puntualizó que la infraestructura pública es una de las razones de que haya bajado el índice de desocupación en Concordia.

Hace tres años anunciaba que iba a concretar las obras que ese día anunciaban y “hacer muchas obras más de las que habíamos pensado”: el Centro Cívico, el Aeropuerto de carga, el puente entre Concordia-Salto, la Estación Transferencia de cargas, la relocalización de la cárcel, entre otras”. De las cinco anunciadas sólo se concretó el Centro Cívico.

Tres meses antes, el 24 de febrero de 2011, se produjo un hecho luctuoso que hizo reflotar la idea de la playa de transferencia: la muerte de Ramón Gómez, el conductor de un auto que terminó bajo la carga de madera de un camión en la esquina de Tavella y Presidente Illia (ex provincial ruta 4).

Al día siguiente de ese episodio funesto el director de Tránsito, Enrique Legarreta, indicaba que estaban trabajando en el proyecto de la playa de transferencia de cargas. “Si esto se hubiese hecho mucho antes, tal vez se hubiese evitado este accidente”, admitía sin reconocer que ya hacía tres años que el Ejecutivo estudiaba la iniciativa sin ningún avance.

Legarreta decía que al día siguiente iba a ir al Parque Industrial para ver la posibilidad de establecer allí la playa. De lo contrario, analizarán otro lugar. “Nos va a llevar un tiempo conseguir el espacio y después el capital para poder construir un galpón de depósito que amerite la cantidad de mercadería que llega para que todos los camiones de gran porte tengan espacios de transferencia de cargas y lo puedan hacer con camiones mucho más chicos”, indicó Legarreta.

Además el responsable de Tránsito indicaba ese día que los camiones que van y vienen de Brasil, Uruguay y Paraguay, a veces para evitar la Policía caminera y Gendarmería, toman la 015, ingresan por Monseñor Rösch, luego Tavella, Presidente Illía, Diamante y San Lorenzo. “Eso no corresponde y también tenemos que ordenar eso. En cuanto tengamos la ordenanza, vamos a presentar el proyecto al Concejo”, indicaba.

La idea es que no puedan ingresar por avenida Tavella. Una propuesta es, para quienes vienen desde el sur, transitar por Presidente Perón hasta Boulevard Yuquerí, luego Liebermann, Paula Albarracín de Sarmiento y de ahí hacia el norte. Lo mismo para quienes vengan del lado opuesto. No obstante, Legarreta admitía debían mejorar las calles. “Hay que consolidarlas”, señalaba.
Fuente: Diario Redes de Noticias

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