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Dos audiencias celebradas en el Juzgado de Garantías de Colón finalizaron en condenas para dos hombres imputados en casos de violencia de género.

En el primero de los casos el violento estaba imputado de lesiones leves calificadas y no tenía antecedentes. En tanto el segundo incumplió una perimetral hacia su expareja y provocó daños, siendo además reincidente.
Golpe de puño luego de una discusión
El miércoles, Raúl Alfredo Benítez, de 41 años recibió la pena de un año y cuatro meses de prisión de ejecución condicional por el delito de lesiones leves calificadas por la relación de convivencia y por mediar violencia de género.

El hecho ocurrió el 16 de marzo de 2019, alrededor de las 21:00, en el domicilio de calle 17 de agosto y La Picada (barrio El Brillante de San José), donde el imputado arremetió contra su pareja –con quien convivía hacía tres años y tienen un hijo en común- propinándole un golpe de puño en el rostro y una escoriación en la mano derecha, lesiones de carácter leves según el informe médico policial.

La agresión se originó en una discusión familiar a la hora de la cena, ante lo cual la víctima optó por retirarse del domicilio, lo que Benítez quiso impedir, y en ese contexto se produjo la agresión.

La mujer, de 38 años de edad, logró llamar a la Policía, que instantes más tarde se hizo presente, procediéndose a la detención del violento, que no tenía antecedentes penales.
Inscripciones en la pared
La otra condena tuvo lugar este jueves y recayó sobre Gabriel Sebastián Pereyra, de 27 años, quien cumplirá la pena de 3 años de prisión de cumplimiento efectivo por “desobediencia y daños”.

El episodio que lo llevó a la cárcel ocurrió el domingo 3 de enero de este año. Una joven de 23 años de edad, domiciliada en Colón, se hizo presente en sede de Comisaría Primera denunciando a su expareja, a quien ya había denunciado en noviembre por violencia de género, y a raíz de la cual el Juzgado de Familia había dispuesto su exclusión del hogar y prohibición de acercamiento por el plazo de 90 días, y en un radio de 100 metros.

Las medidas estaban vigentes desde el 27 de noviembre y habían sido notificadas a Pereyra, quien sin embargo se presentó en la madrugada de ese domingo en el domicilio transitorio de la víctima, y al no ser atendido dejó inscripciones en la pared ("hablame", "no te escondas"), junto a la fotografía de la hija que tienen en común.

Este mismo sujeto, había sido condenado a una pena de prisión de ejecución condicional por los delitos de robo y hurto, en septiembre del año pasado.

Una vez recibida la denuncia, el fiscal Alejandro Perroud solicitó al juez de feria –Dr. Otogalli- la detención de Pereyra, quien de acuerdo a las averiguaciones practicadas se hallaba viviendo en un lavadero de calle Santa Cruz. Desde esa fecha permaneció con prisión preventiva alojado en sede de Jefatura Departamental, hasta la celebración de la audiencia.

Pereyra reconoció ser el autor del hecho y aceptó que se le imponga la pena de 3 años de cumplimiento efectivo, siendo trasladado a la Unidad Penal Nº 9 de Gualeguaychú.
Fuente: El Entre Ríos

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