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La pesadilla de los empresarios y trabajadores del sector turístico uruguayo es pensar en otro verano con fronteras cerradas, ingresos magros y malabares para cumplir con las obligaciones. Otro triste verano pandémico con hoteles a medio llenar y restoranes semivacíos, sin grandes fiestas ni eventos sociales. Y sin poder ahorrar para el largo y crudo invierno, al menos en las zonas costeras donde la temporada es eso que va desde fines de diciembre hasta, con suerte y muchísimo viento a favor, Semana Santa.

Así lo resume Alejandro D'Elía, gerente general del Grupo Solanas, presidente de la Cámara de la Industria Hotelera Turística y directivo de la Cámara Empresarial de Maldonado: “Es muy difícil soportar otra temporada sin una apertura de fronteras. Es inviable porque el turismo interno no es la solución, necesitamos a los turistas extranjeros y vamos a salir a pelear en la región y en el mundo con ofertas atractivas para que vengan”. Y adelanta: “Yo no aguanto una temporada más así, es la realidad. Ni yo ni ninguno”. Francisco Rodríguez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restoranes del Uruguay y dueño del céntrico Hotel Metro en Montevideo, agrega: “Ya no hay espalda. Estamos muy golpeados, caídos. Pero tenemos fuerza de voluntad”. La presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo, Marina Cantera, dice que las empresas se endeudaron y “muchas no pueden reabrir”.

Pero, se sabe, esta crítica situación puede empezar a cambiar.

Aún con la variante Delta ya presente, los meses que vienen llegarán con cierta apertura al turismo internacional. Gracias al desplome en la cantidad de casos de COVID-19 en el Uruguay por la alta vacunación (que en pocos días sumará una tercera dosis para los inmunizados con Sinovac, algo que pone a Uruguay en la vanguardia mundial aunque también genera dudas en los más escépticos sobre el proceso de inoculación), los operadores turísticos aguardan con expectativa la conferencia que el presidente Luis Lacalle Pou encabezará este lunes, probablemente junto al ministro de Salud Pública Daniel Salinas y el de Turismo, Germán Cardoso, para realizar anuncios. Eso sí, esperan con moderado optimismo, porque tienen claro que es una buena noticia que no les cambiará la vida de un día para el otro. Será un proceso largo e incluso a nivel internacional los especialistas estiman que el turismo recién volverá a niveles prepandémicos entre 2023 y 2024.

El Ministerio de Turismo ya prepara una campaña publicitaria en el exterior, principalmente en Argentina y Brasil, junto a la agencia Young & Rubicam, que trabaja hace décadas con la cartera. La campaña aún está en etapa de desarrollo interno en la agencia, según supo El País.

En el consulado uruguayo en Buenos Aires, mientras tanto, se reciben “continuamente” consultas de argentinos por la apertura de fronteras, admite a El País el cónsul José Luis Curbelo. En forma paralela, se tramitan más de 600 residencias mensuales, una cifra que se mantiene constante desde hace al menos un año.

¿Pero qué se sabe hasta ahora del anuncio que hará este lunes el gobierno después del Consejo de Ministros? Primero, que en setiembre se habilitará el ingreso de los propietarios vacunados que no tengan residencia en el Uruguay, algo planteado varias veces por la Intendencia de Maldonado, entre otros actores. El subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, dice que el reclamo de gente que ha invertido en el país pero no puede vesnir es “bastante justificado” y es correcto “hacer una diferenciación”.

Un mes más tarde, según adelanta el ministro Cardoso, “si todo sigue bien”, se habilitará el ingreso de turistas extranjeros vacunados, con dos dosis y 15 días posteriores de inmunización.

Un tema sensible a resolver era si aceptaban a las personas vacunadas con la rusa Sputnik, dado que se trata de una vacuna aún no avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero ha sido utilizada parcialmente en Argentina, por lo cual el asunto adquiere relevancia. “Los vamos a aceptar”, responde el subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian. El razonamiento es que en Uruguay vacunaron con la china Sinovac mucho antes del visto bueno de la OMS.

Cuando compareció hace unos días en la comisión de Presupuestos de la Cámara de Diputados, Cardoso dijo que el plan de reapertura debe incluir entre la primera y la segunda etapa “un tiempo prudente, serio y responsable de algunas semanas” para evaluar la situación sanitaria. “Lo peor que nos podría pasar es apresurarnos y tener que retroceder de nuevo en la temporada alta de sol y playa; es lo que menos quisiéramos”, dijo Cardoso.

En un tercer escalón entra lo que se conoce como el turismo de vacunas. La posibilidad de dar vacunas a extranjeros en Uruguay “se está analizando” con el presidente y el ministro Salinas, admite Cardoso. ¿Cuándo se definirá por sí o no? “El lunes lo vamos a decidir”, adelanta Lacalle Pou.

Ese escenario, aclaran desde el gobierno, solo se concretaría después que todos los uruguayos que así lo desean puedan recibir su tercera dosis. Está el ejemplo de Miami, un destino turístico que se ha posicionado fuerte, en parte gracias a que es muy simple aprovechar la estadía para vacunarse.
Fuente: El País

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