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“Es la segunda vez que me pasa. Fui con mi familia a las termas de Vertientes de la Concordia y al pagar la entrada no me dieron un ticket. Reclamé y me dijeron que es eso lo que se da, el bono para un sorteo”.

El relato tiene por autor a un lector de El Entre Ríos, que hizo llegar a la redacción la foto del bono que la empresa concesionaria le entrega a los visitantes.

El incumplimiento de las leyes vigentes en materia impositiva es de tal magnitud que hasta el más distraído se da cuenta. Cualquier comercio sería clausurado sin más, en el caso de ser inspeccionado. En el caso de Vertientes de la Concordia, hay un agravante: presta un servicio concesionado por la Municipalidad de Concordia. Por ende, el Estado es corresponsable de sus incumplimientos.

Las ordenanzas vigentes prevén el funcionamiento de una Comisión de Control de la concesión, que ha brillado por su ausencia durante décadas. Tras un informe publicado por El Entre Ríos en octubre de 2022, que puso en evidencia la parálisis de dicha comisión, hubo un pedido de informes de un precandidato a intendente y a posteriori el Ejecutivo dio muestras de que el órgano de supervisión se había reactivado. Es más, en noviembre tuvo lugar una visita al complejo. De allí en más, el asunto desapareció de la agenda pública.

Vale recordar que la historia de la concesión está atravesada por situaciones cuanto menos opacas. Por caso, en el predio fue cobrando forma una exclusiva villa termal, que el propio Concejo Deliberante de Concordia, allá por el año 2005, no dudó en calificar como un gran “negocio inmobiliario” no previsto en la concesión original.
Fuente: El Entre Ríos

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