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Un total de 200 familias, que representarían alrededor de 700 personas, se enfrentan a diario con los inconvenientes de vivir sin red cloacal. Se trata de una zona residencial en constante crecimiento -autodenominada Las Tipas-, fracción del Barrio Santos Justos y Pastor, delimitando al este con Boulevard Sanguinetti, al sur con Gaillard, al oeste con calle Cabo Pereyra y al norte con el arroyo Artalaz.

“Este es un pedido que viene ya desde el año 2002, cuando llevamos a la municipalidad una nota firmada por todos los vecinos. Después de unos años, le dieron cloacas a cinco vecinos y quedó pendiente, con una promesa de concreción, el estudio de factibilidad sobre dónde iba a ir la estación de bombeo”, dieron a conocer los vecinos al presentar su problemática ante El Entre Ríos.

“Cada semana se acerca un vecino distinto a la municipalidad a preguntar si hay novedades, porque realmente para nosotros es una gran complicación. El secretario de Obras y Servicios Públicos (Mariano Rebord hijo), cuando nos reunimos a fin de marzo en el Centro Cultural Aguaribay del barrio (ver foto), nos prometió que después de las vacaciones (de invierno) estaríamos todos conectados”, recordaron. “Después, pasaron esa promesa para fin de año, pero estamos a un mes de terminar el 2018 y todavía nadie inició ninguna obra”, lamentaron los contribuyentes.

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“Esta obra estaba incluida dentro de una partida en el presupuesto municipal 2018, que nos había dado esperanzas de que nos llegue a casi todos los que estuviéramos en el mismo nivel, que era casi el 70%, pero evidentemente fueron todas promesas”, consideraron. “Una de las últimas veces que preguntamos sobre la obra nos dijeron que en realidad ellos tienen prioridad de llevar las cloacas a un barrio nuevo, para que les aprueben un desembolso y poder construir casas ahí. Entonces postergaron nuestro caso”, comentaron indignados.

“Estamos en emergencia sanitaria, no hay otra denominación para esta situación. El líquido que sale de nuestros pozos no es salubre”, denunciaron. “Pensamos seguir yendo a la municipalidad a reclamar, pero al mismo tiempo estamos evaluando la posibilidad de presentar alguna medida cautelar o un amparo por una razón sanitaria”, anunciaron sobre sus próximas acciones.
El día a día sin cloacas

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“Cuidar el agua todo el tiempo, apurar a nuestros hijos para que se bañen lo más rápido posible, controlar el lavarropas para que no largue mucha agua y rezar para que no llueva porque rebalsa todo enseguida”, mencionaron como tareas al describir su vida cotidiana.

“No nos podemos dar el lujo de bañarnos o lavar ropa tranquilos y eso es una locura. Además, muchas veces esta situación fomenta que la gente desagote los lavarropas en la vereda, o sea en la calle”, acotaron.

Depender de un pozo séptico es un obstáculo y un costo. “Algunos vecinos deben hacer vaciar el pozo cada semana, que cuesta entre 600 y 800 pesos cada vez y ya nos advirtieron que es posible que aumente por el costo del combustible: es un presupuesto aparte que tenemos que tener, porque se ha convertido en un costo fijo más para las familias”, indicaron los vecinos.

Con el inicio del verano y las altas temperaturas, “aumentan las plagas de cucarachas y mosquitos, el mal olor y el riesgo que significa para nuestros hijos estar jugando por ahí. Por eso necesitamos esta obra que, en realidad, el intendente (Mariano Rebord) ya había prometido durante la campaña política para su anterior mandato”.
Los vecinos
Participaron de la entrevista, Celeste Delorenzi, Mabel Prieto, Leticia Ramat y Martín Arteche, en representaciones de sus vecinos.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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