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El comisario inspector de la Policía de Entre Ríos, Mario Alberto Núñez, volverá a sentarse en el banquillo de los acusados. Tras estar detenido desde 2015, acusado de brindar protección al jefe de una banda narco que estaba prófugo de la Justicia Federal, hace poco más de un año fue absuelto por el beneficio de la duda y recuperó la libertad.

Esta semana, la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al reclamo del fiscal general José Ignacio Candioti y anuló parcialmente la sentencia. Por los mensajes y llamadas telefónicas entre Núñez y González, para los jueces se acreditó que el comisario de Toxicología sabía con quién hablaba y no informó a sus superiores.

El fallo que se conoció ayer sostuvo que “el lenguaje coloquial de la conversación revela el nivel de conocimiento y confianza que existía entre Núñez y González, que hace insostenible la versión del imputado”.

La nueva sentencia significa un espaldarazo para José Lauman –actual subjefe de la fuerza provincial– y los demás policías de la Dirección Toxicología que actuaron en la investigación, quienes habían sido desacreditados en el fallo del Tribunal Oral Federal de Paraná.
Respaldo a los investigadores
Luego de que se dictara la absolución de Núñez, el fiscal Candioti presentó el recurso de Casación, en el cual insistió con que el comisario encubría el accionar delictivo de González, mientras que el narco le daba datos sobre su competencia en el negocio ilícito. Por eso, acusó nuevamente a Núñez por Incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso real con encubrimiento agravado, y pidió tres años y seis meses de prisión e inhabilitación.

Los jueces de la Sala 3 de la Cámara Federal de Casación Penal, Carlos Alberto Mahiques, Liliana Catucci y Eduardo Rafael Riggi analizaron las pruebas y consideraron que los jueces de Paraná hicieron un análisis parcial de las mismas.

En este sentido, los camaristas revaloraron los testimonios de los policías que habían mencionado sus sospechas sobre la actuación de Núñez en determinados procedimientos. Por ejemplo, el comisario Alexis Rotundo indicó que existía una conversación entre Núñez y González, en la cual este le brindaba datos sobre personas que estarían comercializando estupefacientes y, al finalizar, Núñez le pregunta por dónde andaba y este le contestó "por tus pagos", es decir, por Concordia.

El oficial Emiliano Lederhos, quien se encontraba a cargo de la Delegación de Toxicología de Colón, dijo que González tuvo una conversación con una persona, que luego se dieron cuenta que era Núñez, jefe de Operaciones de la Dirección de Tóxico en ese momento. Y agregó que el narco trató al comisario de "pariente", pero confirmó sus sospechas cuando González hablaba con su socio, Javier Caire, y aquél le contaba que tenía un amigo que se llamaba Mario, que era de la Policía, que le decía cuándo iban a allanar. En una oportunidad, González le dijo a Caire sobre un allanamiento que iban a hacer en Chajarí, del cual cree que Núñez le avisó.

A su vez, el subcomisario Javier Gatter contó que le había llamado la atención que, siendo Núñez de Concordia y habiendo vivido tanto años allí y con amigos en esa ciudad, no hubiera podido ubicar al prófugo González. Esto coincidía con otros informantes que decían que Núñez le daba protección al narcotraficante.

Asimismo, los camaristas refirieron el testimonio del comisario general José Lauman, quien relató que Rotundo, en su momento, le había dicho que Núñez y personal de Policía Federal y Gendarmería Nacional brindaban información a los integrantes de ese grupo para darles seguridad en su actividad ilícita. También hizo referencia a los paupérrimos resultados del procedimiento de Claudia Bernal (la narco de Villa Mabel en Paraná), el cual generó gran sorpresa, así como las intromisiones de Núñez en el área de Inteligencia.

El Tribunal de Paraná había sostenido que existió una eventual mala fe de parte del sector de Toxicología que sospechó de Núñez. Una especie de interna policial que derivó en esa acusación. Al respecto, la Cámara de Casación aseveró: "Los testigos hicieron su relato en base a las escuchas entre Núñez y González, en observaciones que su experiencia en la fuerza les permitió hacer y en indicios objetivos, hechos concretos que les llamaron la atención, sin vislumbrarse ningún tipo de animosidad hacia Núñez".
Condenas confirmadas
Por otro lado, la defensa de Caire también recurrió a Casación por la condena recibida por el narco de Concepción del Uruguay. Sin embargo, los camaristas confirmaron no solo su participación en el comercio de cocaína sino su rol de organizador en la asociación ilícita que se había conformado para tal fin. La pena recibida por Caire fue de cinco años y seis meses de prisión, al igual que El Gordo González, el otro jefe de la banda. También se ratificó la condena para los policías federales José María Gómez y Sergio Andrés García, y al gendarme Carlos Francisco Acosta, a tres años de prisión efectiva por Encubrimiento agravado, ya que también daban protección a los narcos.
No informó que hablaba con el narco
Mario Núñez había afirmado que habló con Mario González (reconoció su voz en las grabaciones de las escuchas), pero su argumento fue que no sabía que hablaba con el narco prófugo, sino que afirmó que era un “datero” más, anónimo.

La conversación de la discordia fue una en la que el comisario le preguntó al narco dónde estaba, y este le dijo “por tus pagos”.

Los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal consideraron al respecto que la frase "sí, por tus pagos" lejos de ser un indicio “paupérrimo” como afirmó el Tribunal de Paraná, revela no solo que González sabía de qué ciudad era oriundo Núñez, sino que este último sabía en qué ciudad se encontraba el prófugo y, pese a ello, no dio aviso. Cuando el subcomisario Néstor Garzón le preguntó si sabía dónde estaba González le contestó que no sabía nada.

“No solo el tenor de los mensajes, sino la cantidad de comunicaciones entre Núñez y González ponen de manifiesto el trato fluido que existía entre ellos”, agregaron en el fallo.
Además, remarcaron que según el informe remitido por la empresa Personal, la línea de Núñez se comunicó en cuatro oportunidades con la de González “lo cual revela que se comunicaba de manera reiterada”.

“Por si todo esto fuera poco –insistieron los jueces–, las conversaciones del comisario Núñez eran ocultadas a sus compañeros", pese a que "no solo podía, sino que era su deber informar estos diálogos”.

Por todo esto, la Cámara tuvo “por acreditado que Núñez mantenía comunicación con González, sabiendo que estaba prófugo y sabiendo dónde localizarlo”.
De este modo, se resolvió anular la absolución a Núñez y se devolvió el expediente a Paraná para hacer un nuevo juicio.
Fuente: UNO Entre Ríos

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