Pero la rivalidad extrema con su compañero de equipo, Agustín Canapino, pudo más y una desafortunada acción del hasta entonces escolta terminó con los dos pilotos de Peugeot mirando como Mariano Werner (Ford Focus) les robaba la victoria y se subía a lo más alto del podio.
"Estoy muy caliente. Teníamos la carrera ganada, pero en la última curva me chocó. Venía cuidando las gomas, hice el radio de giro perfecto y para pasarme no tenía otra que pegarme", comentó Néstor Girolami al bajar de su Peugeot 408.
La respuesta de Canapino no se hizo esperar: "Es una lástima lo que hizo Girolami: me dejó sin pista. Lo respeté toda la carrera, pero cuando lo ataqué me dejó sin pista. Pensé que me iba a respetar, pero no lo hizo y perdimos los dos".