El operativo fue practicado a partir de un llamado telefónico anónimo, alertando de la presencia de posibles cazadores furtivos sobre el río Gualeguaychú.

Ambos se trasladaban en una Renault Duster verde, que contenía en su baúl dos armas de fuego: una carabina calibre 22 PGL con mira telescópica y otra del mismo calibre.

También llevaban una linterna de caza y ropa con manchas rojas, que aparentemente serían de sangre de carpincho.

Ninguno de los dos contaba con licencia de caza ni con autorización del propietario del campo, como así tampoco con la documentación de una de las armas.

Posiblemente hayan actuado con otro vehículo de apoyo, que no pudo ser localizado durante el procedimiento por los efectivos.

Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)