La Casita de San Miguel está ubicada en el barrio Güemes de la ciudad de Rafaela. Allí funcionaba un centro de rehabilitación para jóvenes con adicciones. El lunes, mientras uno de ellos estaba rezando en la capilla notó que se empañaba el vidrio del Santísimo Sacramento.
Ante la sorpresa, el joven fue a buscar al encargado y al regresar, pudieron evidenciar que la Eucaristía sudaba sangre, según indicó diario Uno de Santa Fe. Uno de los fieles pudo grabar un video del lugar mientras el Santísimo Sacramento todavía estaba empañado y con la mancha.
El Padre Suppo, que está a cargo del lugar, decidió resguardar la pieza tras la difusión del caso. Según indican las versiones, la enviarán a Roma para que el ente especializado en análisis científicos determine si se trata de un milagro.
Fuente: Diario Uno