Colón

Detectores de monóxido de carbono: un proyecto de ordenanza los incluye como obligatorios para habilitar nuevas obras

Un proyecto de ordenanza propone la incorporación al Código de Edificación de la ciudad de Colón de un detector de monóxido de carbono, obligatorio para la habilitación de nuevas obras familiares y multifamiliares.

Deberán ser homologados por un organismo reconocido por el Estado Nacional, tener alarma sonora y lumínica, y colocarse a una altura de 1,20 y 1,50 metros del piso en zonas estratégicas de la vivienda, preferentemente cercanas a los artefactos de combustión (fuentes de calor), como estufas, calentadores de agua y calderas. Los propietarios o titulares de las viviendas deberán realizar el mantenimiento y la revisión periódica de los detectores de acuerdo con las instrucciones del fabricante.

De igual forma, la iniciativa del bloque Juntos por Colón propone “instar y recomendar a los propietarios de construcciones mayores de 45 metros cuadrados nuevas y ya edificadas, a la instalación preventiva de dichos artefactos, del mismo modo a los alojamientos con fines turísticos” y pide al Ejecutivo “difusión de las medidas preventivas para disminuir los eventos por intoxicación de monóxido de carbono y el beneficio del uso del detector”.

“El Monóxido de Carbono (CO) es un gas menos denso que el aire, inodoro, incoloro y no irritante, por lo que no provoca reacción de defensa alguna por parte de la persona expuesta. Una vez inhalado, el CO se combina con la hemoglobina, con una afinidad 240 veces superior a la del oxígeno. La carboxihemoglobina (COHb) resultante es muy estable, 200 veces más que la oxihemoglobina”, explican los concejales.

“El resultado es una hipoxia de causa multifactorial: disminución del oxígeno disponible para las células del organismo, produciéndose alteraciones en su normal funcionamiento. La gravedad de la sintomatología dependerá del tiempo de exposición, de la concentración de CO en el aire inspirado y de la presencia de un proceso patológico previo”. Se mencionan como síntomas inespecíficos: náuseas, vómitos, trastornos visuales, inestabilidad, cefalalgia y, a veces, diarrea, especialmente en casos pediátricos; y en un estadio medio: confusión, irritabilidad, vértigo, impotencia muscular, trastornos de la conducta y obnubilación o coma superficial.

“Las viviendas de superficie reducida presentan mayor riesgo, debido a la menor circulación de aire y a la cercanía entre los ambientes y los artefactos de combustión”, agregan.

El proyecto fue parte del temario de la sesión llevada a cabo este jueves y ahora será analizado en comisión.



Fuente: El Entre Ríos