Se trata de la ordenanza 52/2017, la que reemplaza a la existente, y entre los puntos más destacados se incorpora la regulación para obras de construcción, servicios públicos y la posibilidad de retener motocicletas o automóviles que tengan alterado el caño de escape, elementos que han generado variadas y constantes denuncias.

Se establecen además zonas acústicas que deben cumplir con las pautas especificas como zona hospitalaria - 100 metros a la redonda; zona urbana residencial, zona residencial con industria liviana, zona comercial, etcétera.

Personal de tránsito realizó un entrenamiento con los decibelímetros, midiendo el sonido de los caños de escapes de motocicletas y automóviles, entre otros vehículos.

El criterio básico de decibeles se encuentra reglamentado por una tabla que tiene como promedio los 45 dB (decibeles).

Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)