Política

Entrevistado por Fontevecchia, Frigerio habló de un tema prioritario "que la política no entiende"

Lo dijo en un extenso reportaje en el que fue consultado por el comportamiento electoral de la provincia, la figura de Bordet y el lugar del radicalismo en su proyecto político.

El director de editorial Perfil, Jorge Fontevecchia entrevistó a Rogelio Frigerio, el gran ganador de las elecciones en Entre Ríos. En un capítulo más de su raid mediático en los principales medios del país, el diputado nacional electo dejó definiciones y puntos de vista sobre el devenir de la política

-En 2019, gana el actual gobernador, Gustavo Bordet, con el 57% de los votos, mientras que allí Cambiemos obtuvo solamente el 35%. Ya en las PASO presidenciales, Alberto Fernández obtuvo el 45% y Mauricio Macri el 36%, o sea que ya se redujo la diferencia que había sido del 57% al 35% y en las elecciones, no ya en las PASO, prácticamente empatado: el 44,5% Macri, el 44,4% Fernández. Este año, dos años después, en las PASO, vos recibiste el 52% de los votos y el Frente de Todos el 29,5%, y ampliaste un poquito más esa diferencia con el 54,5% de los votos. En dos años, los números se dieron vuelta. ¿Cómo se explica?

-En 2019, en la general, ganamos. Por muy poquito, pero ganamos. Ese triunfo fue muy importante porque nos permitió poner dos senadores nacionales. Un dato que ahora resulta relevante. Ganamos en una campaña con mucho esfuerzo. Logramos revertir el resultado de las PASO. La diferencia fue de poco más de mil votos.

-Esa elección fue prácticamente un empate.
-Fue un empate. Pero hoy tenemos más senadores.

-La sociedad entrerriana pasó de darle ganador al gobernador en 2019, poco después a un empate y ahora va a ser una situación totalmente inversa.
-Es más complejo, porque en 2017 también ganamos. En la elección de medio término tuvimos una excelente performance. Ganamos por muy poquito, pero por primera vez en Concordia, que es la ciudad más pobre del país y para muchos la capital nacional del peronismo. Volvimos a retroceder en la elección a gobernador y a los cargos ejecutivos. Hasta ganar en 2019.

-¿2017 fue el mejor año electoral de Juntos?
-Fue muy bueno. Contribuyó también el auge de la obra pública, que tuve la responsabilidad de llevar adelante. Hicimos mucha obra en Entre Ríos y obviamente eso impacta.

-¿Te sorprende la baja de Gustavo Bordet?
-Hicimos una campaña aclarando que no estaban en juego las cuestiones provinciales, sino ponerle un límite al kirchnerismo. Empezar a construir otra historia.

-¿El resultado hubiera sido otro en una elección para gobernador?
-No lo sé. Hicimos una muy buena campaña. Recorrimos toda la provincia, hicimos propuestas. Algo que escaseó en general, y en particular en Entre Ríos. Escuchamos mucho a la gente, a veces la política no lo hace, y ganamos.

-Bordet, en 2020, en esta misma serie de reportajes, dijo sobre su triunfo: “Se hizo una gestión que estuvo a la altura de las expectativas de la población. Nos posiciona realmente de manera muy buena. Por otro lado, la impronta de la gestión, que es la misma ahora, es una propuesta convocante que va por el camino del diálogo para construir un oficialismo con oposición. Leyes importantes como el presupuesto casi todos los años se aprobaron por unanimidad. Esto sucedió también en las generales de este año”. ¿Qué cambió en este lapso?
-No es una elección comparable. Estamos atravesando una de las peores crisis de la historia económica y social de la Argentina. La peor desde 2001 hasta esta parte. La gente está muy enojada. Tiene bronca. Eso influyó en la elección.

-A Gustavo Valdés, de Corrientes, no le pasó lo mismo que a Bordet.
-Le pasó al kirchnerismo a nivel nacional.

-Te referís más a la economía que a la pandemia.
-Sí. A la situación económica y social. Es dramática y tiene mucho que ver con el resultado y con el mensaje de las urnas.

-Hablaste de voto bronca.
-Hubo un voto bronca, voto enojo. Hicimos un enorme esfuerzo en la elección de Entre Ríos en transformar aunque sea parte de esa frustración en esperanza. Lo conseguimos y es un dato positivo.

-A los oficialismos del mundo, salvo en pocas excepciones, les fue mal en las elecciones. ¿Qué rol tuvo la pandemia en ese resultado?
-Influye, no podemos decir que no al observar el panorama mundial. La pandemia no pudo esconder la ineptitud del kirchnerismo para gobernar. No escondió las debilidades, las internas, la falta de conducción. Eso fue más potente, más importante, que la pandemia sanitaria a la hora del voto.

-¿Cómo incidió en el voto de Entre Ríos el episodio con la familia Etchevehere y la presencia de Juan Grabois en la provincia?
-No fue un tema que haya surgido mucho en las conversaciones con los vecinos. Apareció con claridad la demanda del empleo. Trabajo es el primer pedido. También educación. Me parece muy interesante este punto. A veces la política no entiende que es una demanda prioritaria de la sociedad. La lucha contra el narcotráfico tampoco es un tema que la política discute, por lo menos en los últimos dos años. También era un tema permanentemente presente. El miedo de que la droga entre en el hogar y tome de rehenes a los hijos.

-Rosario y Santa Fe están muy próximas.
-Por supuesto. Además, eso influye.

-¿Vicentin fue un antecedente?
-El kirchnerismo no termina de entender cómo funciona el sector más competitivo de la Argentina y uno de los más competitivos del mundo. Claramente terminó influyendo en las urnas.

-Fuiste el candidato con mayor diferencia frente al peronismo unido. ¿Ya no existe aquello del peronismo unido jamás será vencido?
-Es cierto que el oficialismo, el kirchnerismo, el peronismo, estuvo unido en Entre Ríos. Pero no es menos cierto que a nosotros nos votaron muchos peronistas. Tuvimos muchos dirigentes peronistas trabajando con nosotros. Sin ese apoyo es muy difícil ganar por 20 puntos en la capital del peronismo.

-Y duplicar.
-No solo ganamos por casi 25 puntos la provincia, ganamos por casi 20 puntos en la ciudad más pobre de la Argentina. La capital nacional del peronismo. Hubiera sido imposible si no hubiéramos captado muchos votos y dirigentes del peronismo que se sumaron a nuestras filas porque no están de acuerdo con el norte hacia dónde lleva el kirchnerismo al país. También son peronistas que apuestan por el trabajo, por los valores republicanos. Logramos seducirlos con nuestra propuesta, que fue muy generosa en la convocatoria. Además, decidimos ponerle un nombre distinto al nacional. Tenemos no menos de una docena de partidos políticos dentro. Eso nos diferencia también. Apostamos a respetar matices, diferencias, y agrandar nuestro espacio respecto al pasado.

-¿Cómo fue tu relación con los radicales de la provincia?
-Muy buena. Digo públicamente que el radicalismo es la columna vertebral del espacio. Fue un error no haberle dado mayor participación y entidad en nuestra gestión. Es muy sano lo que sucede en el radicalismo en términos de movilización, participación en las PASO en distintas provincias. Le hace muy bien a Juntos por el Cambio.

Fuente: Editorial Perfil.