Los propietarios del galpón incendiado el domingo, Daniel Pinget y Graciela Bouvier, dieron a conocer públicamente que el voraz siniestro se produjo de manera intencional.

Esta novedad se desprendió del trabajo llevado a cabo en el lugar por los peritos que determinaron la incidencia de varios focos de fuego en la estructura de 100 metros de largo por 20 de ancho y que no existía allí ninguna conexión eléctrica que pueda haber influido.

Según trascendió, los cajones de cera para producir miel, el automóvil marca Fiat 128 y las demás herramientas de trabajo de apicultura, suman cerca de un millón de pesos entre las pérdidas totales registradas en la construcción ubicada en el kilómetro 15 de la Ruta Nacional Nº 130.

Asimismo, viene a colación que durante el verano ya habían sufrido un principio de incendio en un galpón que se encuentra sobre la curva de acceso a la ciudad en inmediaciones al que fue recientemente devorado por las llamas.

Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)