EXPERIENCIA MUNDIAL

“Dios tenía planeado esto para mí”: vivencias de una entrerriana trabajando en Qatar

Maitena Riffel tiene 20 años, nació en la localidad entrerriana de General Ramírez (departamento Diamante) y estudia Medicina en la ciudad de Rosario. Pero todo sería diferente este 2022: la esperaba una experiencia de mucho dolor y –a la par- otra que la ayudaría a continuar adelante.

“Estaba buscando hacer un intercambio de Medicina. En agosto del año pasado me contacté con una empresa de Buenos Aires y no tenían nada de eso, pero me ofrecieron paquetes y entre ellos estaba este para venir a Qatar por tres meses y trabajar en el mundial. Me pareció una idea copada porque es un país al que nunca hubiese venido de no ser por el mundial”, cuenta durante una entrevista con El Entre Ríos.

“Comencé el periodo de aplicación que dura un año, tuve entrevistas eliminatorias en las que medían el nivel de Inglés y una vez que las pasaba tenía que hacer un currículum para recibir ofertas de trabajo”.

Superadas todas las pruebas, en septiembre llegó a Doha, capital de Qatar, donde seis días a la semana trabaja como moza en el turno noche del bar de un hotel. “Estamos muy enfocados en que salga todo bien, porque es un restaurante nuevo y queremos que la gente lo conozca”.

Los empleados comparten alojamiento a media hora del hotel. “Por un lado las mujeres y por otro los hombres. Tenemos buses que nos dejan en la puerta”.

Contratada por cuatro meses, analiza la posibilidad de extenderlo 30 días. “Estoy viendo si puedo, porque quizá quieren hacerlo por seis meses y no voy a quedarme todo ese tiempo”, dice convencida de querer regresar a su país y recibirse de médica.

Llegó a Qatar sola y sin conocer a nadie, pero ya hizo amigos, aunque en tiempos de mundial escasean los momentos de esparcimiento. “Antes trabajaba en otro lugar, en el horario del desayuno; ahí aprovechaba a recorrer y visitar lugares. Ahora está muy lleno todo y salgo del restaurante muy tarde”.

Vivir en Doha
En cuanto a las costumbres del país, comenta: “Cuando llegué, para entrar a ciertos lugares tenía que taparme las rodillas o los hombros. Ahora con el mundial sacaron las restricciones, así que está más flexible”.

“No estamos obligadas a usar la vestimenta que usan acá las mujeres. Para conocer las mezquitas sí hay que vestirse con ropa especial, que te la dan ellos”.

Entre las bondades de Doha, destaca que “es una ciudad limpia y ordenada. Desde que llegué nunca vi nada sucio ni desordenado. He visto lugares en construcción y en cuanto menos lo pienso ya está listo”.

“El tránsito es un tema. Manejan muy mal. Fue lo primero que noté cuando llegué porque no me lo esperaba”, señala como algo negativo.

No tiene registro de hechos delictivos como robos o hurtos. “Dejo mis cosas y nunca me han tocado nada. En el bar la gente te da sus pertenencias, por ejemplo el celular para que lo pongas a cargar, con total tranquilidad”.

Un golpe inesperado y un viaje que no se pudo suspender
“En mayo de este año, mi novio tuvo un accidente y falleció”, comparte con nosotros en otro tramo de la entrevista.

Los trámites para residir por unos meses en Qatar ya estaban encaminados, pero este tremendo golpe parecía cambiarlo todo.

“Pensé en cancelar el viaje, pero no pude; ya tenía todo pago y el contrato firmado. No me quedó otra opción que hacerlo igual”.

Mirando hacia atrás, reconoce que esta imposibilidad de anular todo fue lo mejor que le pudo pasar.

“En Argentina estaba muy mal, no podía estudiar ni salir y estaba entrando en una depresión. El entorno me hacía recordar mucho, así que venir fue lo que me salvó. Tenía que hacer algo por mí y estoy agradecida de estar acá”.

En medio del dolor, respira profundo y responde a la pregunta de cómo es estar en la cancha viendo a la Argentina jugar un mundial, a tantos kilómetros de distancia de nuestro país. “Es una experiencia hermosa. Estar sentada ahí, parece que no es real. El estadio es una belleza”.

Y concluye: “Dios tenía planeado esto para mí, porque podría haber sido en cualquier momento de mi vida y fue justo este año, que yo lo necesitaba”.

Fuente: El Entre Ríos