Adelanto

Lorena Meritano presentará un libro sobre su vida y el aprendizaje luego de superar el cáncer

Crédito: Hernán Puentes

Han pasado cinco años desde que a la concordiense Lorena Meritano le diagnosticaron un cáncer de mama en estadio 3, uno de los más agresivos. En ese lapso, podría decirse que lo perdió casi todo: su relación de pareja, el trabajo, el dinero, el pelo, el seno izquierdo, los ovarios.
Sin embargo, la actriz habla, sobre todo, de las ganancias, lo que aprendió de ese “maestro”, como ella misma define el cáncer.

“El cáncer es un maestro al que hay que abrazarlo y preguntarle: ‘¿Para qué a mí? No, ¿por qué a mí?”, dice Meritano, cerca del lanzamiento de su libro Lorena Meritano: sobreviviente, que será el próximo 25 de octubre en la librería Lerner de Bogotá, en un conversatorio con el doctor Santiago Rojas.

Meritano también es vocera de la campaña #EsTiempoDeTocarte, de las Guerreras Rosa Brahma, que busca minimizar el impacto de este flagelo, que es la primera causa de muerte de las mujeres en Colombia.

En perspectiva, ¿cómo fue enfrentar un cáncer tan fuerte?

Yo no enfrenté, recibí el cáncer como un maestro en mi vida. Por una lado, lamentablemente, y por otro, para bien. En su momento me quedé sin trabajar durante nueve cirugías y 17 quimioterapias, no le podía poner el cuerpo a ningún trabajo posible y mi vida personal también se vio completamente transformada. Cuento el paso a paso de una manera muy detallada en mi libro.

Volvió a la actuación en el 2017, ¿cómo se sintió al volverse a ver en la pantalla?

Mi regreso a la pantalla fue con la telenovela La bella y las bestias, ese año, de la mano de Lemmon Films y W Studios. Hice una actuación muy hermosa de la mamá de la protagonista de la historia. Además hice algo para Televisa y Univisión.

Ya en 2018 participé en dos temporadas de la comedia El rey del valle, de Sony.

Me sentí muy nerviosa, me costaba memorizar los libretos, porque la quimioterapia afecta muchas cosas, una de esas, la memoria, en mi caso, por lo menos.

Y como soy muy responsable, con mi vida y con mi trabajo, pues me la pasaba toda la noche estudiando las escenas. No tenía problemas en el set, pero tuve que prepararme mucho.

Mi regreso fue de mucha alegría porque volví a trabajar, al lado de Silvia Durán como productora, de Amas de casa desesperadas y Mujeres asesinas. Estar con ella, en un proyecto tan divertido como El rey del valle, fue increíble…yo era una mexicana. Fue un regalo de Dios, que creo que me merezco porque tengo 49 años y desde los 23 trabajo profesionalmente. Tenía muchas ganas de volver.

¿Cómo ha sido esa reinvención profesional y personal?

Gracias a Dios ha pasado bastante tiempo desde el 2017, he podido, a pesar de los dolores físicos, psicológicos, emocionales; de las cicatrices del cuerpo y del alma, empezar a reinventarme y a renacer de adentro hacia afuera personal y profesionalmente.

Me reinventé porque tenía muchas deudas y no tenía ahorros. Ya en el 2017 sentía que podía estar en pie, así que pude venir a Colombia a presentar el evento de la asociación Ámese, al lanzamiento del espacio para el tratamiento del cáncer que está construyendo el doctor Sarmiento Angulo, pude hacer el comercial de Cicatricure. Ya en el 2018 di charlas sobre Lorena sobreviviente y firmé para escribir mi libro, para hoy tener la bendición y el placer de que esté en todas las librerías y almacenes de cadena en Colombia, además por EBook en las tiendas digitales.

Me he reinventado profesionalmente, he podido pagar mis deudas, he sanado gracias a distintas terapias.

¿Le siguen ofreciendo papeles? ¿Qué tipo de personaje le gustaría interpretar?

Me han ofrecido algunas cosas que no he podido aceptar, sobre todo por tiempo, porque en este momento mi prioridad es lanzar mi libro. Me han ofrecido trabajo en México, en Colombia y hace poco en Argentina y no he podido cuadrar la agenda para aceptarlo.

Ahora que pase lo del libro, que me regrese a mi casa y que sienta que este bebé ya ha nacido y que he salido del trabajo intenso en Colombia –con las campañas Soy poderosa y Es tiempo de tocarse-, pues volveré a revisar mis chequeos médicos y me dedicaré a ver las propuestas actorales para el 2020.

Cuéntenos sobre su libro que aborda sus orígenes, su carrera y su enfermedad. Uno pensaría que esto último fue lo más difícil de revisitar, pero ¿fue así?

La cambiaría para decirte qué fue lo más hermoso: contarle a la gente quién soy, de dónde vengo, mis orígenes, cómo fue mi infancia en una familia de clase media trabajadora; lo que era pasar los fines de semana, descalza a la orilla del río, pescando con mi mamá, mi papá y mis hermanos. Contarle a la gente de dónde vinieron mis abuelos, cómo era la vida familiar en mi Concordia natal fue lo más hermoso, porque fue la época más hermosa de mi vida.

Además porque la gente a mí no me conoce, lo único que conocen de Lorena Meritano son sus personajes: la tía Minerva (en Chepe Fortuna), Verónica Villa (amas de casa desesperadas), Dinora Rosales (Pasión de gavilanes)…la gente no tiene idea de quién soy y tiende a confundir mucho la realidad con la ficción. La gente no sabe cómo me preparé para esta profesión, las cosas bonitas y terribles que me pasaron. Lo más hermoso fue abrir mi corazón y dar un testimonio honesto e importante. No hay una familia en este país que no haya sido tocada de una u otra manera por el cáncer.

¿Cuál es su sentimiento hoy frente a la enfermedad?

Mi sentimiento frente al cáncer es, primero, decirle a la gente que prevenir y detectar a tiempo te puede salvar la vida. Yo hice esa campaña, de manera precaria y artesanal desde mis redes, estando ya enferma, en pleno tratamiento, sin trabajo, llena de cicatrices en el cuerpo y el alma, pero siempre dando un testimonio de que la salud es lo más importante, que hay que revisar nuestros hábitos, nuestra alimentación, nuestras relaciones, lo que leemos, la televisión que vemos, la radio que escuchamos…porque todo eso es nuestra salud. Y la salud como la felicidad se construye día a día. Y las personas que están sanas pueden prevenirlo teniendo una vida sana mental, espiritual y emocionalmente, una dieta equilibrada, sanando sus relaciones –sobre todo con papá y mamá, que son las primarias-, sabiendo perdonar, soltar.

Mi sentimiento frente al cáncer, a veces es de muchísimo miedo, porque no es una enfermedad como un resfrío del que te curaste y ya está, sino que es una patología que llega para quedarse y ojalá siempre sea de controles y de alertas, de cuidados, pero es algo que llega para quedarse con uno el resto de la vida.

Mi abuelito tuvo cáncer de huesos, después tuvo otro tipo de cáncer, luego murió de cáncer de estómago. Esto no es algo que uno dice, ya me curé, ya pasó. No.

Yo tengo chequeos cada seis meses, acabo de cumplir cinco años desde el primer diagnóstico –tiempo en el que han pasado nueve cirugías, quimioterapias y algunos tratamientos alternativos que me han ayudado muchísimo como el reiki, la medicina china y la psicoterapia de Bonding-.
Es estar alerta, tener mucho miedo, a veces, pero es aprender a convivir con esos temores y con las secuelas que te deja la enfermedad no solo físicas, sino emocionales. Esto es un día a la vez.

Usted es un símbolo de la lucha, la valentía y la espiritualidad. Es admirable. ¿Qué decirle a muchas personas, mujeres, que están batallando en este momento?

Siento que solo soy una mujer, a quien la vida le puso un reto muy difícil en su camino y que desde ahí he intentado deconstruir ese ser humano que había sido creado, criado, educado y vivido de alguna manera, que tuvo que cambiar su manera de alimentarse, aceptar su separación, el hecho de quedarse sin dinero y sin trabajo, además de soportar unos dolores físicos que jamás imaginé ser capaz de soportar. Pero le agradezco a este maestro que atravesó mi vida porque me ha enseñado mucho sobre la paciencia, la fe, la resiliencia, la empatía, la sororidad (hermandad entre mujeres), a ponerme en los zapatos de los otros, me ha permitido llevar luz, un mensaje de esperanza donde hay mucho miedo y dolor…de decir que hay una vida después del cáncer (…) Ojalá con mi testimonio, que está consignado de manera muy honesta en mi libro Lorena Meritano: sobreviviente, les pueda ayudar en algo a quienes estén atravesando cualquier proceso difícil en este momento de la vida. Dios los bendiga.

Fuente: eltiempo.com