Apostillas sobre la actualidad

Mirando los mismos desastres desde otra perspectiva

Mayra Mendoza en el Hospital Austral

Esto recién empieza

En el día de ayer se completaron las listas de “precandidatos” a diputados nacionales, para los casos en que se ha presentado en un partido político o coalición electoral más de una lista para las elecciones primarias, o de “candidatos” en aquellos donde hay una sola lista y no resulte necesario efectuar elección.

Por Rocinante

De esa manera, todo lleva a presumir que el ambiente político se caldeará aún más de lo que ya está, y que se acentuarán las muestras de resentimiento, utilizadas como combustible, al paso que se dará muestras de un ensañamiento vejatorio con candidatos y referentes políticos de máxima entidad.

De allí, que tratando de mirar las cosas en positivo, tal como ahora se escucha decir, intento, con el hecho que narraré, mostrar que se puede abordar esta circunstancia con una mirada distinta de la habitual.

Mayra Mendoza se interna en el hospital Austral
Me refiero en primer lugar a un episodio que visto desde afuera cabría calificar de menor interés, cual es la reciente operación exitosa a la que fue sometida la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en el Hospital Universitario Austral, con el objeto de extraerle un tumor benigno.

Un acto médico que viene a mostrar que, hasta cierto punto al menos, resulta exacto que aquello que no ocupa un lugar en los medios sociales, da la impresión que no existiera. Dado lo cual no es extraño ni el mensaje con el que la alcaldesa quilmeña anunciara que sería intervenida quirúrgicamente (Estaré unos días recuperándome para volver a trabajar con el amor, la voluntad y energía de siempre), como que haya, luego de la culminación exitosa de esa operación, recibido una infinidad de expresiones de afecto de parecido tenor, las que en cada caso también fueron publicitadas (queremos mandarle un beso enorme a Mayra, por una fuerte recuperación. Le deseamos lo mejor, sabemos que salió todo bien, tenemos una buena noticia).

De cualquier manera resulta explicable que lo ocurrido resultara una circunstancia que adquiriera esa notoriedad. No solo por cuanto ella es la actual Intendente de Quilmes, sino porque su nombre golpeó con fuerza para ocupar el primer lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales por el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. Sino por sus antecedentes, numerosos en una ascendente carrera política. Se señala así que su vocación política se despertó cuando en, su adolescencia, enseñara dando clases de apoyo en un comedor comunitario quilmeño. Se añade que comenzó a formar parte de la agrupación La Cámpora desde su creación en 2006, llegando en 2011 a ser la única mujer en la mesa de conducción nacional, luego de haber abierto un año antes en Quilmes, su ciudad natal. Su carrera política se extiende en el desempeño como secretaria de la Mujer en el Partido Justicialista.

Un detalle anecdótico, pero que es revelador de su actitud militante, lo constituye el hecho que al inicio de las controversias entre el Grupo Clarín y el kirchnerismo, estrenó los carteles con la leyenda Todo Negativo, parodiando el nombre de la señal de televisión Todo Noticias del Grupo Clarín.

Gerente de Relaciones Institucionales de la ANSES después, fue diputada nacional por su provincia a partir del 2011, registrando la crónica que al ser reelecta en 2015, en la ceremonia de su nueva asunción del cargo, lo hizo con su hija en brazos, jurando por Néstor, Cristina Kirchner y los empoderados. El 1 de marzo de 2016, durante el discurso de apertura de sesiones del Congreso hecho por Mauricio Macri, Mendoza le gritó pidiéndole que respetase al pueblo, en reclamo por las medidas económicas y el despido de trabajadores estatales. Y el 21 de diciembre del mismo año, en San Salvador de Jujuy, al intentar ingresar a una audiencia pública de Milagro Sala junto con otros políticos, resultó agredida por un agente de la Policía de la Provincia de Jujuy. Desde 2019 es Intendente de Quilmes.
La operación quirúrgica en Mayra Mendoza visibilizó el estado edilicio del Hospital Iriarte de Quilmes y provocó reacciones
Según lo refiere una nota periodística, tras la publicación de la foto de la intendenta junto a la vicepresidenta, la que la muestra en el Hospital Austral ya operada, trabajadores autoconvocados del Hospital Iriarte publicaron un comunicado con la foto, el que luego se utilizó en los mensajes virales, y que muestra un pasillo del hospital con las paredes y techos visiblemente deteriorados y los vidrios rotos.

Esta fotografía (señalaban los sanitaristas molestos) no pertenece a ninguna película de terror. No es escenografía, no hay utilería, no es un montaje para el rodaje cinematográfico. Es real. La fotografía toma un sector del Hospital Iriarte de Quilmes que sigue utilizándose normalmente por los trabajadores y trabajadoras de la salud”, señala el mensaje de los profesionales de la salud.

A su vez, entrevistado por la prensa, uno de los médicos del Hospital Iriarte de Quilmes explicó que la imagen de la fotografía es la de un pasillo que comunica dos servicios: no hay habitaciones ni nada, pero está espantoso”. Luego de lo cual se lo escucha asegurar que el edificio en el que se emplaza el Hospital Iriarte tiene más de 100 años. Tiene problemas de humedad, de caños y hay un pabellón con peligro de derrumbe. Hay sectores que están en total abandono, que no se usan o se usan poco. Agregando que si bien por esta situación se cerró la atención en algunas habitaciones de clínica médica”, por ello no se dejó de atender nunca a los pacientes ni se cerraron servicios completos”.

En tanto, desde el área de Prensa de la Municipalidad de Quilmes, indicaron que el hospital es de gestión provincial, y que durante la pandemia lo que hicimos fue duplicar la capacidad de camas de terapia para enfermos de COVID-19, se puso en funcionamiento la fábrica de oxígeno y se hicieron mejoras dentro de lo que la pandemia permitía, porque obviamente no puede haber un hospital en obra en el medio de la pandemia.

Hasta aquí lo que podemos denominar los hechos y las primeras reacciones y explicaciones. En tanto, antes de hacer referencia a la controversia, muchas veces sorda que luego de ello se desata, cabe la inclusión en este texto de un comentario a una nota periodística sobre el tema efectuada por un lector, en la que se dice que “estudié en el hospital Iriarte en el año 1982, cada año hasta hoy 2021, los políticos usan la bandera de salud y educación. No respetan a los profesionales, y todo el personal que trabaja en cualquier hospital público; y los sindicatos, otra corrupción que no suma”.
Las miradas con las que cabe abordar el caso
La primera mirada es negativa. Es que tanto desde la oposición política al gobierno, como de los medios de comunicación social que no simpatizan con aquél, se utilizó la posibilidad de asociar ambas circunstancias, para batir el tambor acerca del caso de otro funcionario de un gobierno justicialista, que opta por no someterse a una intervención quirúrgica en un hospital privado de excelencia, y no en un hospital público.

Solo les faltó agregar que los mismos que para curar sus males recurrían a ese tipo de atención médica, eran los que criticaban a los que marchaban al exterior para vacunarse (para ellos, se los escuchó a estos defenderse, no existen vacunatorios VIP), y a los que se van de vacaciones en el exterior, a los que se los debe castigar con extensas demoras en los retornos, mientras que la frontera con Bolivia es un colador.

Nos encontramos de esa manera con una mezcla de contradicciones, hipocresía, deshonestidad, resentimientos y de una distancia social (no a la que se hace mención cuando nos referimos a la pandemia), a las que se las utiliza en tantos compatriotas ubicados a ambos lados de la grieta, por decirlo de algún modo, como instrumentos de pelea, en cuanto no se las ve como un estado de cosas al que no se puede abordar de esa manera, sino de una manera compartida en procura de darle solución.

Una república de iguales, como diría Lilita. Pero no nivelando para abajo, sino buscando la forma en que se lo haga para arriba, buscando la manera en que se equiparen las posibilidades de lograr, todos y cada uno, un desarrollo integral.

Para ello se debe partir de superar las contradicciones que se dan antes que nada, en cada uno de nosotros mismos, a lo que sigue el dejar de mentir y de mentirnos. Y el ver en el otro, no un objeto que podamos utilizar, sino una persona.

Fuente: El Entre Ríos