La prensa lo esperaba ansiosa en la puerta de su departamento de Recoleta como en los viejos tiempos, cuando era magistrado y su palabra resultaba relevante en el marco de alguna investigación resonante.

"Pensé que las cosas se habían tranquilizado, ya no soy más juez en Comodoro Py?", dijo Norberto Oyarbide, sobreactuando sorpresa al notar la agitación de los periodistas que pretendían saber si era cierto que le robaron una caja fuerte de su casa.

Como se esperaba, el ex representante de la Justicia no se resistió al diálogo con los medios: confirmó el hecho, pero además entregó una copia de la denuncia policial que presentó en la Comisaría 17, en la que se detalla cuáles fueron los bienes que le sustrajeron.

Según el escrito, en la caja fuerte Oyarbide tenía 200 mil pesos, 200 euros, la escritura de su departamento, algunos bienes personales de valor (no descriptos) y el título de la parcela donde está la tumba de su madre.

Además confirmó toda la información que había circulado sobre la denuncia de robo: se produjo durante el fin de semana del domingo 12 de junio, pero él lo notó recién el lunes 13.

"El día después abrí la puerta del placard y me encontré con el espectáculo dolorosísimo, porque es una cosa altamente desagradable, de que no estaba la caja fuerte", describió en diálogo con la prensa.

Para Oyarbide, lo que ocurrió es muy sospechoso porque la puerta de ingreso al edificio no había sido forzada; tampoco la que da acceso a su departamento.

Las cámaras del inmueble no funcionan y las únicas que podrían aportar algo son las que están en sobre la Avenida Alvear: "El subcomisario me dijo que allí hay registrados movimientos extraños y quiero observarlo yo para ver si reconozco a alguien", comentó el ex magistrado.

Finalmente sembró sospechas sobre las fuerzas de seguridad: "Hasta que fui juez, había gente de Gendarmería (como custodia); alguien podría haber sacado una copia sin que yo me entere?".

"El único departamento que robaron fue el mío, la gente está muerta de miedo acá", dijo antes de subirse a un taxi que lo alejó del lugar.

Fuente: Infobae