Recorriendo la zona aledaña distante a unos 500 metros, encontró en un pozo restos de su animal y un pedazo de bolsa de nylon.

A su vez, un familiar radicó la denuncia en la jefatura. Tomando intervención personal de División Investigaciones, comenzó el trabajo para dar con él o los posibles autores de la carneada.

Los indicios se fueron concatenando entre sí hasta reunir elementos suficientes que llevaron a la Unidad Fiscal a solicitar la correspondiente orden de allanamiento en una vivienda de la zona sur de la ciudad, sobre calle Rio Iguazú.

Allí se procedió al secuestro de elementos de sumo interés para la causa, como ser bolsa conteniendo restos de sangre y pelos posiblemente de animal vacuno. También se localizaron restos de sangre en un vehículo y en la vivienda.

Se dio intervención a personal del Gabinete Criminalística de Jefatura Colón, para proceder al levantamiento de dichos rastros. En el lugar del hecho también se secuestraron restos de bolsas de nylon que coincidiría con la secuestrada en este procedimiento judicial.

Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)