Suiza

Si te digo Suiza, ¿cuáles son las primeras palabras que se te vienen a la mente?

Probablemente: relojes, chocolates, quesos y montañas. Podrían seguir vinos, navajas, ski, guardia papal, paraíso fiscal y hasta el recuerdo del partido de fútbol del último mundial, que enfrentó a Argentina y Suiza.

Pero cuando conocés este país (no más sea una parte), te das cuenta que ni con todas esas palabras juntas podrías describirlo.

Porque detrás de su variedad increíble de quesos, de sus kilómetros y kilómetros de viñedos, de sus imponentes montañas, de sus productos mundialmente conocidos, de sus típicas casas, hay una cultura muy rica. Detrás de su cultura, su gente.

En su gente educación, respeto, generosidad, conciencia ambiental y ciudadana. Y trabajo. Mucho trabajo.

Familias desconocidas recibieron a Maira y a Sara con los brazos abiertos. Las orientaron, las abrigaron, las hicieron sentir como en casa.

Y día a día les enseñan su historia, su idioma y comparten su cultura.

<b>Gracias… totales.</b>

<b><i>*Las fotografías corresponden a Savièse.</i></b>