La puesta en valor fue llevada adelante por el reconocido profesor de educación física Hugo Jacquet, quien se sintió inquietado por el descuido de la histórica edificación religiosa y puso manos a la obra.
En sus momentos libres comenzó a desmalezar el predio para luego arreglar grietas y pintar la ermita. Además, colocó cadenas que sectorizan la nueva parquización y un cartel que anuncia el nombre de la virgen.
De esta manera, el lugar quedó en óptimas condiciones y el domingo a la madrugada fue visitado por las personas que peregrinaron a pie hacia Arroyo Barú.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)