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-¿Cómo te empezas a involucrar con la temática y a tener noción de que realmente existe un problema?

Primero porque en mi barrio, principalmente en el Boulevard Francou, hay muchísimos casos de cáncer casi en todas las cuadras. Algunos ya lo superaron, otros no y siempre surgen casos nuevos. Entonces se ha constituido un problema que nos preocupa a la mayor parte de la población. Yo también fui operada de un tumor en la parótida hace un tiempo ya. Con la gente que se está tratando pensamos en movilizarnos para buscar un espacio para hablar de esto y es por eso que lo hacemos desde el Hogar Rural.

-¿Por qué desde el Hogar Rural, que es una institución que trabaja por la integración de las personas con discapacidad?

Porque generalmente, según el tipo, el cáncer genera una discapacidad y nosotros en el estatuto tenemos un punto que dice que debemos movernos para investigar sobre los posibles disparadores de discapacidad en la zona. Por eso nos hemos involucrado y sobre todo porque queremos ser la voz de muchos que les cuesta en esas situaciones ir a los medios a plantear la problemática. No queremos ir a un caso en particular, sino que a lo general. No es algo nuevo, pero cada vez hay más casos y afecta a más gente joven. Preocupa la extensión. Dicen los investigadores que la contaminación ambiental tiene un papel preponderante como disparador de distintos tipos de cáncer, más allá de lo genético y del tema del estrés. Las causas externas son más importantes que todo lo que puedas traer internamente. Si hablas de salud ambiental, tiene que ver con fenómenos físicos, químicos y biológicos externos a las personas y entonces por eso la necesidad de investigar para ver qué pasa a nivel ambiental y trabajar en la prevención de enfermedades en un ambiente propicio.

-Planteándolo como una hipótesis, ¿cuáles podrían llegar a ser esos factores ambientales que podrían llegar a incidir?

Puede ser el tema del basural a cielo abierto, los transformadores, la eliminación inadecuada de residuos de las distintas empresas que usan en sus procesos sustancias químicas, plaguicidas, líneas de alta tensión. Son muchos los posibles disparadores. Nosotros cuando pedimos en la audiencia pública de iniciativas populares realizar un registro local de casos de cáncer fue para hacer un diagnostico de situación y detectar los posibles problemas que inciden y ver si tenemos los mismos casos de cáncer con respecto a otras localidades de la zona y poder actuar en consecuencia. Hay que establecer la prevalencia por tipo de cáncer, edad, sexo y lugar de residencia. También hablar de la incidencia de los nuevos tipos de cáncer que están apareciendo. El perfil epidemiológico es una herramienta muy importante, pero hay que tenerla actualizada. Acá se hizo uno hace diez años, pero era de algo general. En fin, todo puede llegar a servir para tener nuevas políticas de prevención y tratamiento.

-Siguiendo con las hipótesis, ¿esta situación podría llegar a afectar otras localidades del Departamento Colón por la cercanía?

No hay estadísticas a nivel provincial o se tienen los datos y se los esconde porque no conviene darlos a conocer. Pero sé que hay oncólogos que se preocupan y les llama la atención la cantidad de casos de cáncer que se atienden, como así también desde las mutuales. También hay muchísima gente del campo en tratamiento. Eso hace evidenciar que la problemática está extendida.

-Uno escucha eso y lo primero que se le viene a la cabeza es el tema de los plaguicidas.

Sí. En realidad, si cualquiera de nosotros se hace un análisis de sangre se asombraría al saber la cantidad de sustancias químicas que se pueden identificar en el organismo. No es que se desconozca el tema de cuan nocivas son las sustancias químicas estén donde estén, porque pueden estar en el campo, en la industria, en la maderera o en tu casa. Está demostrado que son venenos muy peligrosos para la salud, pero hay muchos intereses y eso a las autoridades les impide actuar como deberían. El Estado nos ha abandonado con el control que debería hacerse con el uso de estas sustancias. De pronto hablamos del campo, pero muchas veces la gente del campo usa lo que organismos oficiales autorizan. Se debería empezar por el principio, que es no autorizar sustancias químicas que están ya prohibidas en otros países. El principio de prevención está totalmente ausente, porque aunque no haya ninguna demostración científica que diga que el glifosato es nocivo, se han presentado tantos casos y denuncias. Las autoridades deberían fallar a favor de la salud del ambiente y de las personas si hubiera dudas hasta tanto se demuestre lo contrario y no es lo que se hace. Pero sí, no ignoramos que hay muchas personas que son peones rurales o gente que está cerca de fumigaciones que fue afectada y que hay mucha relación causal entre algunos problemas de salud y el uso de ciertas sustancias químicas, sea cual sea, porque todas son peligrosas.

-¿Ustedes tuvieron la posibilidad de hablar con el senador Oscar Arlettaz que propuso la modificación de la ley provincial de plaguicidas, reduciendo las distancias de protección?

Nosotros nos comunicamos telefónicamente con el senador para invitarlo a que venga a la ciudad para hablar y debatir las modificaciones propuestas y sobre todo de esta reducción de las distancias, que es la única protección que el ciudadano tiene. Nos dijo que no, que ya se había planteado en otros ámbitos y que estaba resuelto, que la modificación estaba pronta a salir. A partir de ahí enviamos una nota a todos los legisladores de lo que creíamos acerca de las modificaciones propuestas y hacíamos algunas sugerencias y planteos como ciudadanos comunes, porque ninguno de nosotros es ingeniero. Pero jamás nos contestaron ni que lo habían recibido ni que agradecían nuestro aporte. Los intereses priman y la salud pasó a un segundo plano. No se hace nada al respecto teniendo tantas evidencias. Antes de remitir la nota, el doctor Sergio Daniel Verzeñassi aprobó el contenido. Si las autoridades hacen caso omiso y trivializan todo y dicen que los medios y los ambientalistas demonizan las sustancias antojadizamente, cada uno y dentro de sus posibilidades debe actuar. Pero falta compromiso por ejemplo cuando un medico no te puede extender un certificado diciendo que a partir de tal fumigación o de tal momento comenzaste con tales síntomas. Incluso los docentes de las escuelas rurales se han expresado muchas veces y desde el gremio han organizado muchos encuentros alusivos. El docente no pude decirle al papá de su alumno que deje de fumigar porque lo contamina. Los ciudadanos tenemos que seguir insistiendo desde alguna asamblea o algo para que los cambios empiecen a surgir. El costo que genera tener alguien con discapacidad, problemas de salud severos, tratamiento de cáncer o del sistema inmunológico es muy importante.

-Terminamos hablando un montón del factor ambiental al final.

Sí, ese tema es complicado.

-¿Entonces en qué instancia está la instrumentación del relevamiento?

Fuimos a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Uner y nos entrevistamos con el doctor Leandro Marcó, quien trabajó en 2007 en el perfil epidemiológico elisense. Desde allí quedaron en que iban a trabajar en esto y que antes de fin de año iban a hacer el lanzamiento formal de este trabajo para que se sepa bien quiénes y cómo lo van a realizar. Como asociación impulsamos la idea para que Alcec, el hospital, el Concejo Deliberante y la Municipalidad trabajen puntualmente con los datos. Ahora está todo parado por el tema de las vacaciones y las rendidas, pero de todas maneras aseguraron que esto iba a tener continuidad.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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