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i>El mundo se ve obligado a convivir con esta pandemia. Sabiendo que lo único que no se puede aplazar es la vida, los gobiernos, los intereses políticos, el mercado y la gente depositan su confianza en los resultados de las vacunas.

Erradicar el coronavirus parece una misión casi imposible por ahora. A pesar de los múltiples y variados intentos para evitar que se propagase, algunos más exitosos que otros, pareciera que la “amenaza” seguirá estando latente por un tiempo.

El interrogante es el siguiente: ¿Cómo volver a ser iguales que antes? Es insostenible la situación actual a nivel global. Estamos hablando de una tragicomedia en la que el contacto humano, base del progreso y de la vida misma, hoy es visto, por muchos temerosos, como una amenaza para la vida.

Siendo necesario, entonces, volver a la dinámica previa a 2020, y viendo que se exagera mucho sobre el daño que pueda ocasionar el coronavirus en individuos sanos, el común de las personas está dispuesta a sobrellevar la situación y vivir como corresponde a la espera de las únicas soluciones de verdad: la vacuna, algún remedio o la inmunidad que provoque el contagio.

Ya se ha probado con la hidroxicloroquina, el remdesivir y otros remedios, con encierros sin fecha de vencimiento, cuarentenas escalonadas, testeos varios, vivir como si no pasase nada, etc. Los rebrotes, las sucesivas oleadas, los discursos apocalípticos (y exagerados) y la desconexión serán parte de la historia una vez que los que están tratando de lanzar al mercado la vacuna logren su cometido.

Son más de 150 las vacunas que están tratando de desarrollarse en el mundo. Las más avanzadas son la que está probando AstraZeneca en conjunto con la Universidad de Oxford (Reino Unido), la que está siendo desarrollada por Pfizer-BioNTech (Estados Unidos y Alemania) y la de la compañía de vacunas CanSino Biologics (China). Las tres dicen haber obtenido resultados positivos en los ensayos, aunque los expertos indican que lo más probable es que la vacuna definitiva esté disponible recién dentro de varios meses.

Detrás de todos estos esfuerzos hay múltiples intereses, lógicamente. Los de las organizaciones de la salud, los de los ciudadanos (sobre todo los que pertenecen a grupos de riesgo) los de los mercados financieros, los de los laboratorios o los de los actores económicos que participarían de la producción y la comercialización de la vacuna.

Por encima de todos ellos figuran los intereses de los gobiernos. Sobre todo los de las potencias mundiales. Como vimos, las vacunas más prometedoras están siendo desarrolladas en los países más importantes del concierto de las naciones, que quieren ganar esta carrera a toda costa.

Ser el primero en comercializar la vacuna es un anhelo sobre todo de Donald Trump y de Xi Jinping. El presidente de Estados Unidos, que verá si renueva su cargo en noviembre, sabe que ésta es una de las batallas más importantes en el conflicto con China. Ganar la carrera de las vacunas sería mostrado por él como un logro de su gestión, un logro del capitalismo y un logro de los Estados Unidos y una demostración de su superioridad. Así fue con el despegue de Space X y la frase contundente: “Nadie lo hace mejor que nosotros”. Además de reforzar la posición de su país, sería una gran oportunidad para echarle en cara a China y a la OMS el hecho de que Estados Unidos debió hacerse cargo de los estragos y desmanejos de aquellos, apareciendo así como los “salvadores” del mundo libre, una vez más.

Para el Partido Comunista de China también se trata de una batalla crucial. Si bien China es el país apuntado por todos debido a que allí se originó la pandemia, ser el primero en lanzar al mercado una vacuna sería una muestra de su incesante desarrollo y progreso. Una muestra de poder y de efectividad en su método para crecer, que es diferente en muchos sentidos al de las democracias liberales de Occidente. Por otro lado, podría ser utilizado como un motivo más para legitimar la posición de dicho país en la OMS, uno de los tantos organismos de la ONU donde China prevalece sobre el resto.

¿Qué tan importante es la vacuna? Por lo pronto, es la única alternativa que puede erradicar el temor al coronavirus (nótese que se habla de miles de millones de dosis, aunque la cantidad de contagios registrados apenas supera los 15 millones). Pero no es la salud lo único que importa aquí, sino también todo lo que significa para las personas más importantes del mundo que sus respectivos países sean los primeros en lanzar una vacuna al mercado.
Fuente: El Entre Ríos

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