El primer concurso Miss América, el reconocido certamen de belleza de Estados Unidos, se realizó en 1921. Hoy parece casi anacrónico que siga existiendo, ¿se extinguirá solo o puede transformarse en una posibilidad de empoderamiento de la mujer?
Empezó como un simple concurso de belleza, para luego adquirir diferentes nuevas instancias. Se agregaron así competencia de talentos y se otorgaron becas de talento. Por los años 50 se dejó de entregar el premio final a las concursantes en trajes de baño y recién en los 80 ganó la primera afroamericana.
La novedad es que, a partir del 2019, ya no habrá más desfiles en bikini. La decisión emerge en un contexto donde la lucha por dejar de ver a la mujer como un objeto y valorarla como persona ha cobrado mucha fuerza en Estados Unidos en consecuencia más que nada del movimiento MeToo (se conoce así al levantamiento de varias actrices contra el ex productor Harvey Weinstein por haber abusado de ellas o intentado hacerlo, quien hoy además está a punto de ser condenado a cadena perpetua por las masivas denuncias de abuso en su contra).
Ahora, ¿qué efecto real tiene en ese país y en el mundo la eliminación de esta prueba de traje de baño? Quizás lo que hoy parece un símbolo de triunfo del feminismo en décadas anteriores hubiese sido un éxito del conservadurismo que condenaba la exhibición del cuerpo femenino.
Es que la idea justamente es que no tenga que ser necesario que desfilen en traje de baño, así como tampoco que tengan cuerpos soñados. Sino que se busca reformar el concurso y lograr que se mire otra cosa en la mujer para otorgarle una beca universitaria en este certamen.
Puede para algunos parezcan irrelevantes los cambios que sucedan en este concurso, pero ha influenciado a mujeres de todo el planeta durante décadas. De hecho, existen miles de concursos similares en países de todo el mundo. Incluso en los pueblos de nuestro país se los sigue realizando.
Entones, si en vez de ver a mujeres desfilando en traje de baño en Miss América empezamos a ver a mujeres debatiendo con un jurado sobre diferentes temas seguramente se cambiará en muchos lugares la concepción sobre la mujer.
El cambio está siendo impulsado por Gretchen Carlson, actual presidenta de la junta directiva, ganadora del certamen en 1989, y quien se enfrentó al ex presidente de Fox, Roger Alies, al denunciarlo por acoso sexual. De hecho, su designación ocurrió luego de que el entonces presidente del certamen tuviera que renunciar al filtrarse unos correos electrónicos en los que arremetía contra el físico, la inteligencia y la vida personal de algunas ex concursantes.
Falta muchísimo para lograr el empoderamiento de la mujer, pero si se logra que desde los sitios más banales se la vea de una forma diferente y se genere una imagen diferente de ellas, estaremos más cerca.
