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La utilidad de los medios digitales para conocer la realidad

Estos días el mundo está inmerso en una gran polémica que gira en torno a los medios digitales (en especial Facebook y WhatsApp), a los que se tiene casi como un veneno, no solo por mensajes perversamente mentirosos que se hacen circular muchas veces por esas redes sociales, ocultándose en un anonimato disfrazado, sino por cuanto estos medios son utilizados para manipular a la opinión pública y para extraer información referente a quienes los utilizan.

Por Rocinante

Todo ello de una manera alarmante y que nos coloca ante el peligro de que se torne sistemática.

Pero indudablemente las cosas deben ser miradas de una manera más matizada, ya que los medios digitales no son otra cosa que instrumentos puestos a nuestra disposición. De donde, siendo como tales neutros, la cuestión pasa por la manera en que se los utiliza, teniendo a la vez en cuenta que se debe encarar la difícil misión de reglamentar su empleo, sin poner en peligro la circulación de ideas y noticias, algo que evidentemente no es nada fácil.

A la vez, paso a mencionar hechos y situaciones que he podido llegar a conocer a través de esos medios, que utilizaré a modo de casos prácticos, que sirven para mostrar hasta qué punto la sociedad global, y no solo la nuestra, enfrenta la necesidad de un profundo cambio cultural.
Primer caso de bloqueo cultural: nadie quiere bajarse a empujar el carro
Es lo que al menos dice un veterinario, que en un video que circula por las redes dirige al presidente Macri y que paso a reproducir textualmente.

“Señor Presidente. Le filmo este video esperando que a través de las redes sociales alguien se lo haga llegar. Nosotros somos productores agropecuarios, y de alguna forma trato de ver esta situación, como las que nosotros vivimos en el campo todos los días. Me trae como el recuerdo de cuando estamos encajados con un tractor, con un carro lleno de leche o de cereales o de animales, en el medio del barro. Y parece que ustedes están en el tractor empujan, empujan, empujan y el tractor se está recalentando y está perdiendo potencia, y no marchamos para ningún lado. El tractor sigue empujando pero el carro está pegado. Entonces nos piden a nosotros que, estamos dentro del carro, que bajemos a empujarlo. Y bueno, algunos empujan más, otros empujan menos pero todos de alguna forma tratamos de alivianar el carro, porque así se sacan los que están encajados. Pero queda mucha gente arriba del carro, a la que parece que nadie le ha dicho que se tiene que bajar, y por más que dicen que es poco lo que pueden hacer bajándose, por lo menos sería un apoyo que no prestan a los que estamos en el barro. A eso me hacen acordar mucha de las cosas que pasan en el Estado”.

“Señor Presidente hay que achicar el estado. No podemos tener un Estado con tanto peso para los que estamos empujando el carro, ni para el motor de los que están tirando. De ahí que empezamos a pensar para qué tener tantos legisladores. Para que alguno en toda su carrera lo único que haga es de declarar nacional la Fiesta del Corpiño, o algo por el estilo. Y ustedes me dirán que no es mucho lo que se puede bajar (el gasto), bajando la cantidad de diputados, senadores o concejales. Me hacen acordar a ustedes, sabe que en el campo nosotros tenemos muchos animales, y entre los que hay el más eficiente es el pollo, o la gallina, porque, señor Presidente, ¿sabe cuántos granitos come por vez? Come de a uno, y así es el más eficiente. Con un granito que cada uno aporte va a ser suficiente, porque además estamos en un país donde la realidad es que los legisladores pasan a ser de personas de la calle a personas ricas. Si así no lo ve, quisiera hacer una investigación de cómo era la vida de los legisladores antes de entrar en cuanto a viajes o autos o la casa. Y después que se terminaron de recibir de legisladores. Porque para que usted lo sepa yo soy veterinario de campo, y para que me queden libres cincuenta mil pesos al mes uno se tiene que levantar a las tres de la mañana, hacer una cesárea debajo de la lluvia; tener que ir a buscar el cliente al campo, porque no nos traen el animal a casa; hay que tener una camioneta, pagar combustible, patente y seguro y así nos pueden quedar libres lo que le dije. Sáquele esos privilegios, porque al que no le gusta que se vaya a su casa y el que le gusta se va a quedar, porque son gente con ganas de trabajar. El carro este lo tenemos que alivianar, y el Estado no puede seguir así, tiene que bajar del carro la gente que tiene de más, y a los que quedan pagarles sueldos acordes con la gente que está fuera el carro…”


Por mi parte digo: no creo que focalizar las cosas en los legisladores sea la solución. Son muchos a los que se debe bajar del y también las clavijas a apretar.
Segundo caso de bloqueo cultural: la indignación que provoca un indignado
En España luego de la última crisis económica global que también golpeó a Europa, como en otros países de ese continente surgió un movimiento contestatario frente a la situación vivida, cuyas diversas variantes tenían en común la denominación de indignados. A la vez de esos grupos surgió como partido político sino anti sistema al menos ubicado en la cornisa del sistema la agrupación bautizada Podemos, que sirvió de apoyatura ideológica al chavismo venezolano y a continuación a Maduro, y que respecto a nuestro país mostró afinidades con La Cámpora. Su líder desde sus orígenes ha sido Pablo Iglesias, el hombre de la coleta como es mencionado por su característico peinado.

Pero no es precisamente ese rasgo el que ha hecho estallar en la península hispánica a las redes sociales, sino la indignación de quienes lo estaban por la adquisición de una residencia madrileña por parte de Iglesias y su mujer (ambos legisladores) por una suma cercana a los ochocientos mil dólares, según se ha dicho, aunque como sucede en estos casos el valor se supone mayor dada la ubicación, características de la construcción, superficie cubierta y dimensión del jardín.

Lo que se explica por el hecho que todos somos esclavos de nuestras palabras, o que en el caso de Iglesias ha escupido el cielo, según el mensaje de un internauta. Es que en su momento el se había referido a los políticos españoles con el apelativo de la casta término que suele usar Iglesias para descalificar a la dirigencia política española. Porque creció en votos censurando a sus integrantes, por alejarse de las necesidades del pueblo, para volverse ambiciosos y cegados por el poder. Además de manifestar en su momento que “a mí me parece más peligroso el rollo de los políticos que viven en Somos aguas, que viven en chalés, que no saben lo que es el transporte público”. Ahora los tiene de vecinos.
Tercer caso de bloqueo cultural: atiborrarse de televisores con mega pantallas para ver el Mundial, mientras la queja es grande por la tarifa eléctrica
Está circulando por las redes sociales un video que muestra multitudes saliendo de locales de venta de electrodomésticos, llevando todos ellos televisores tan grandes que solo pueden sostener a medias haciendo toda clase de piruetas. El comentario de alguien que lo vio: a ninguno de estos que seguramente están quejosos por el aumento de la tarifa eléctrica, no lo he visto quejarse cuando el cable aumenta.
Cuarto caso de bloqueo cultural: la convicción de que algunos son más iguales que otros
La información aparecida en diarios digitales es que Cristina Kirchner mantiene en la Justicia un millonario reclamo contra el Estado: pretende cobrar tanto la jubilación de expresidenta como la prestación que, por el mismo régimen especial, se derivó del fallecimiento del también expresidente Néstor Kirchner , sin tener que optar por una de las dos. El pago de la primera de esas asignaciones (conocidas como de privilegio) fue suspendido en diciembre de 2016 y, por eso, la senadora busca también que se le abonen los períodos no percibidos (con intereses) y que se le reintegren los importes descontados por Ganancias (ya que estas prestaciones se asimilan a lo que cobran los jueces de la Corte Suprema , a quienes no se les retiene impuestos).

Esta información mereció más de tres mil comentarios al pie de la misma por parte de internautas. Para ser justos, se debe destacar que parecido número de comentarios recibió la noticia difundida en la misma forma, dando cuenta de un fallo por el que se eximía al ex presidente De la Rúa, por un descuento impositivo aplicado a igual beneficio.
Un intento de desbloqueo cultural: cómo asigna el INVAP sus utilidades
INVAP Sociedad del Estado, es una empresa argentina de alta tecnología dedicada al diseño, integración, y construcción de plantas, equipamientos y dispositivos en áreas de alta complejidad como energía nuclear, tecnología espacial, tecnología industrial y equipamiento médico y científico. Es considerada una gran empresa tecnológica y la más prestigiosa en América Latina.

Fue creada en 1976 mediante un convenio entre el Gobierno de la provincia de Río Negro y la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina, haciendo productos como satélites, radares, reactores nucleares de Investigación y producción de radioisótopos, generador eólico, plantas de liofilización, servicios de radioterapia, monitores de perforación de pozos petroleros, como un proyecto de egresados del Instituto Balseiro.

En recientes declaraciones periodísticas, uno de sus actuales directivos, ha señalado uno de los factores, no obviamente el mayor pero de cualquier manera muy significativo, del éxito de la empresa, es el de haberle incorporado a los que la integran valores que él denomina fuera de serie, pero que no son sino muestras de un positivo cambio cultural; en la empresa cada año se reinvierte el 85% de las ganancias, el 15 % se reparte por igual entre todos los empleados desde el gerente hasta el ordenanza que ingresó el año antes, sus ejecutivos viajan en clase turística, aun los más ancianos y por largo que sea el viaje, y al llegar se alojan en hoteles de tres estrellas.
Bloqueo cultural y cambio cultural
Hasta aquí nada he dicho acerca de en qué consiste el cambio cultural ni tampoco su bloqueo. Ello exigiría para su tratamiento profundo ir más allá de la extensión de la nota.

De cualquier manera creo que todos somos conscientes que por ser el bloqueo cultural el primer paso hacia la decadencia si se prologa en el tiempo, sería una manifestación de la amenaza de un cambio cultural negativo, de donde ese bloqueo viene a ser la contracara del cambio cultural positivo. Y así hoy por hoy están las cosas, y lo graficó con precisión el senador justicialista Picheto cuando advirtió que aquí nadie quiere perder. Tocas algo y te encienden el país.

Es que mientras el bloqueo cultural significa pérdida de valores, obstrucción de la capacidad de la innovación creativa, el empecinamiento en repetir los mismos errores sin aprender de ellos, la existencia de prácticas sociales disfuncionales, y sus consecuencias traducidas en indisciplina y pérdida del sentido de la solidaridad, el cambio cultural positivo viene a significar precisamente lo opuesto.
Fuente: El Entre Ríos

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