Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
La portavoz presidencial Cerruti
La portavoz presidencial Cerruti
La portavoz presidencial Cerruti
Resulta explicable que las autoridades gubernamentales, desde las ubicadas en las esferas más altas del poder hasta su último escalón, se muestren molestas y hasta agresivas, en relación a las informaciones y los comentarios con los que son salpimentados; sobre todo a las que ponen el acento en su presentación los medios de comunicación social que se auto designan como “independientes”, y los cuales realmente lo son, en la enorme mayoría de los casos.

Así como también resulta explicable la reacción que esa cobertura de las noticias provoca, traducidas en los comentarios de analistas amigos o parte integrante del actual oficialismo, con los cuales maltratan con insultos y acusan a los primeros de “mentirosos” y hasta de mostrar intenciones “ destituyentes”.

Una situación conflictiva que existe una única manera de quedar zanjada, cual es la de mostrar al momento de informar, a “los hechos tal cual son”, independientemente de las opiniones que a su respecto puedan emitirse, después de hacerlo, desde distintas perspectivas. En este último caso con una única limitación, la cual consiste en que no puede admitirse la mentira, dando por supuesto que el trato que se da al confrontado no exceda los límites debidos.

Algo que sucede -repetimos- cuando se da el caso de la mentira lisa y llana, no solo por la censurable que ella es de por sí, sino porque en un cuanto aparece de una forma burda y hasta grosera, dando la impresión de ser una “tomadura de pelo” hacia aquéllos a los que se encuentran destinados.

Todo así, por la distancia que éstos pueden observar entre lo que escuchan, y lo que resulta palpable para ellos en la realidad cotidiana, con solo efectuar una ligera mirada de su entorno.

Eso es algo que sucede cuando se escucha a la flamante portavoz – o “portavoza”, como la designa Jorge Lanata, en lo que ignoramos hasta qué punto esa mención es correcta, y hasta donde una ironía- cuando desde su clásico atril se la ha escuchado hablar de “las reservas” de nuestro Banco Central como “robustas”, mientras que no la impresión, sino el conocimiento generalizado, es que esa afirmación es incompatible con las tantas muestras observables en nuestra realidad. Presente como está, el hecho cuya designación se ha hecho familiar, cual es que esa institución madre se encuentra en la actualidad “rascando el fondo de la olla”.

Una manera de ver las cosas, en la que ella misma entra en contradicción, cuando trata de maquillar, señalando que en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, “las reservas no solo deben ser robustas, sino que tienen que estar lo suficientemente fuertes como para hacerse cargo de la mejor manera posible de la negociación”.

Otra forma sino de mentir, al menos de desinformar, es la de procurar silenciar, o al menos buscar disimular, la gravedad de determinadas situaciones como las que nos toca vivir. Tal es el caso de AYSA –la empresa encargada de la prestación de los servicios de agua corrientes y cloacales en el área metropolitana- la que presenta durante este año un déficit de 155 mil millones de pesos. O los de Aerolíneas Argentinas y del Correo Argentino, con déficit de 60 mil millones y 28.592 mil millones respectivamente. Con el agravante que resulta mejor no hablar de la más escandalosa suma de dinero todavía, que se paga para subsidiar el consumo eléctrico y de gas, especialmente en el área metropolitana.

Si alguien entre los que nos leen, está esperando una referencia al último indulto a nuestra Vicepresidenta, debemos decir que quedarán desilusionados, dado que consideramos que lo preferible, en nuestro concepto es esperar para hacerlo, hasta que exista sentencia firme al respecto, como manera de no echar más leña a un fuego, el que da por momentos la impresión de que puede llegar a quemarnos.

Pero ello no quita, la alusión al hecho que la ANSES ha desistido de apelar contra una sentencia judicial por la que se mandaba pagar una escandalosa cantidad de dinero mensual en concepto de la acumulación de los beneficios que le corresponden como viuda de un ex presidente, acumulados ahora, indebidamente, con los que se le abonan por haber sido ella misma presidenta, unidos a una retroactividad de dimensión desopilante.

Es que se da en forma concomitante a esa circunstancia, el hecho señalado de que quedó firme, sin ser cuestionada mediante el mecanismo recursivo indicado, la sentencia que beneficia a la vicepresidenta, cuando es una práctica sistemática de ese organismo interponer recurso de apelación en contra de toda sentencia en juicio en que exista un conflicto por el pago de haberes o su actualización.

De donde nos encontraríamos aquí ante una excepción impúdica, cuando hay casi ochenta mil expedientes de reajustes jubilatorios esperando el depósito del monto de la sentencia, y en el caso referido se supone que será necesario –si es que ya no lo fue- ninguna espera. Lo que lleva a concluir que la situación de la nombrada, significa “saltar sobre la cola” o que existan “colas privilegiadas paralelas”.

Sobre todo cuando se nos ha impuesto del hecho que esa espera de los que cuentan con sentencia firme a su favor, se hará más larga, si se tiene en cuenta que a pesar de la “robustez” señalada de nuestras finanzas, el monto de las mismas se reduce en el presupuesto para el próximo año en 12.000 millones de pesos, el monto destinado al pago de esas sentencias a favor de los jubilados y pensionados, con lo que en muchos casos es de temer que quienes las terminen cobrando no sean los beneficiados directos de las mismas, sino sus herederos.

Enviá tu comentario