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Cuando creemos anunciar algo importante, y alguien nos responde así, esa novedad importante ya es conocida hace tiempo. No es novedad. Se ignora el origen de la expresión, parece que en los tiempos coloniales, quien llevaba una buena nueva era premiado con una taza de chocolate. No sabemos qué le ofrecían si la noticia era mala.

Alguien que conoce de historia dijo que el chocolate es el alimento más conocido del mundo, del cual nadie sabe nada (Alexandra Leaf).

Nos lo regala el árbol del cacao. Su origen?fue en el Amazonas ecuatoriano,?pero los mayas lo llevaron a Centroamérica, donde parece haber hallado su verdadero hogar. Los olmecas, alrededor de 1500 AC, aprovecharon las semillas de sus frutos alongados, las molieron, fermentaron y secaron hasta obtener un polvo amargo y astringente. El residuo desecado ha sido encontrado en vasijas precolombinas. Para los mayas era un alimento sagrado que vinculaban al Dios de la lluvia.

Durante siglos el chocolate se utilizó únicamente como bebida, que era amarga, se preparaba con agua y vainilla. Se decía que Moctezuma bebía hasta 50 tazas por día. Era también una bebida ritual, y tenía su rol en las ceremonias, a veces mezclada con sangre de los sacrificados. Durante el 90% de su historia fue una bebida sin azúcar.

Cristóbal Colón conoció el cacao en su cuarto viaje, pero no se interesó. Quien lo llevó a España fue Hernán Cortés, que lo recomendó a Carlos I como un gran estimulante, llamado "xcoalt".

Cuando llegó a Europa, se lo conoció más como droga que como alimento: era bueno para la digestión, para el corazón, para los ojos doloridos, para animar el espíritu. También tuvo fama de afrodisíaco y el Caballero de Casanova llegó a gustar de él. Sobre todo era útil para el balance de los humores, que como todos ustedes saben, eran cuatro.

En 1631, Antonio Colmenero de Ledesma publicó su “Curioso tratado de la naturaleza y calidad del chocolate". En 1636, Antonio Rodríguez de León Pinelo planteó una cuestión moral: si su ingestión quebraba el ayuno eclesiástico. El espinoso tema parecía depender si se empleaba leche o agua para disolverlo. Al fin el chocolate fue prohibido en los conventos, pero parece que, sobre todo, por sus virtudes estimulantes. Esto fue en 1681.

En una de sus maravillosas cartas, Madame de Sevigné escribía a su hija: "...y ¿qué hacemos de chocolate? ¿No temes que quemará tu sangre? ¿No será que sus maravillosos efectos enmascaran algún tipo de enfermedad?". Era sin duda una mujer prudente.

A mediados del siglo XVl, junto con el café y el té, nuevos sabores sorprendieron a los europeos. En 1728 surgiría la primera barrita de chocolate, en Bristol, obra de Joseph Storr Fry: se lo llamó "Chocolat delicieux a manger". Había surgido el chocolate sólido.

Ya durante la Guerra de Secesión fue alimento obligado de las tropas, por lo menos al inicio de la contienda. ¿Habrán disfrutado de él nuestros soldados en Malvinas?
Dos apartados
1. Las semillas, parecidas a una almendra, 2 cm de largo, se usaban entre los indígenas como moneda.

Por ejemplo: 1 perro valía 10 semillas; una prostituta 8 a 10 semillas; 1 esclavo 100 semillas; 1 canoa con agua 100 semillas; un pavo 100 semillas (había ya entonces una clara discriminación).

2. 100 gramos de chocolate aportan 550 calorías, 30 gramos de grasa, 43 mg de cafeína, 7 gramos de fibras, hierro y magnesio. Es rico en flavonoides que, al igual que lo que ocurre con el vino tinto, ayuda contra la arteriosclerosis y sus consecuencias. Dado su valor calórico, favorece la obesidad.

Y ustedes dirán: ¡chocolate por las noticias! Pero mi súbito interés por el chocolate fue un recuerdo simple. La imagen de una mujer alta y silenciosa que una tarde invernal, revolvía una y otra vez la leche con el pertinaz cacao. Y al rato me dijo: “Y ahora vas a ver”. Tomó un huevo, lo cascó y casi con ternura dejó caer la yema en el marrón del chocolate. “Es que así, sale mucho más suave", explicó. Estaba exquisito. Y se iluminó la cocina, que era muy obscura.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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