Según la OMS existen más de 213.000 personas afectadas, principalmente en Asia y África, y en nuestro país se detectan aproximadamente entre 300 y 400 casos por año. Para evitar nuevos casos es importante diagnosticarla de forma temprana.

La primera semana de octubre se llevó a cabo la Campaña Nacional de Control y Prevención de la Lepra, enfermedad que afecta a más de 213.000 personas, principalmente en Asia y África, y que en la Argentina aún no está erradicada. Para evitar nuevos casos, es fundamental un diagnostico precoz.

La Sociedad Argentina de Dermatología da a conocer un informe en cual señala las características de la enfermedad, a la vez que contribuye a derribar algunos mitos. En principio, indica que la lepra es una enfermedad infecciosa producida por un microbio llamado Mycobacterium leprae. Afecta preferentemente a la piel y a los nervios periféricos, y en ocasiones a las mucosas y órganos internos. Dependiendo del contexto psicológico y cultural del enfermo, la relación social, laboral y familiar del mismo puede verse afectada. Esto se debe al rechazo y al temor que la lepra siempre ha provocado. Antes se recluía a los enfermos en sanatorios (leprosarios). Desde hace tiempo esto no hace falta porque existen medicamentos muy eficaces que permiten que el tratamiento sea ambulatorio. Además hoy se conoce que la lepra es de difícil contagio.

El diagnóstico temprano permite:


- El tratamiento adecuado y la curación de la enfermedad

- Cortar la cadena de contagios

- Evitar las discapacidades que la enfermedad puede provocar

En Argentina, el área endémica de esta enfermedad está integrada por las provincias del noroeste, nordeste y centro del país: Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Buenos Aires y la Capital Federal. Epidemiológicamente son más importantes las provincias del nordeste, norte de Santa Fe y los conglomerados poblacionales del Gran Resistencia, Rosario y el Gran Buenos Aires. Además hay que tener presente que las migraciones internas condicionan la posibilidad de tener un enfermo de lepra en cualquier punto del país.

A pesar de la efectividad de la terapéutica, en la Argentina el problema continúa. Desde hace diez años se detectan aproximadamente entre 300 y 400 casos nuevos de lepra por año. Actualmente existen en el país 479 pacientes en tratamiento, de los cuales 286 fueron diagnosticados durante el año 2016. Esto no significa que actualmente no existan más enfermos de lepra en el país. Hay que considerar a las personas que actualmente están enfermas y no fueron todavía diagnosticadas.

Síntomas y contagio


En la piel aparecen manchas (máculas) con disminución o pérdida de la sensibilidad, del vello y/o de la transpiración. Según la forma clínica pueden presentarse nódulos (lesiones tubérculo - nodulares llamadas lepromas) y engrosamiento de la piel (placas, infiltración) y/o nervios periféricos con dolor espontáneo o a la compresión. Generalmente se produce un trastorno de la sensibilidad, que va desde una leve hipoestesia (adormecimiento) a una anestesia total. Así, poco a poco, por falta de cuidado y de un tratamiento oportuno, las heridas se infectan ocasionando un daño que al cabo del tiempo producen las discapacidades y deformidades que todos conocemos o imaginamos en relación a esta enfermedad. Se puede presentar una obstrucción nasal persistente, con o sin hemorragia nasal de causa no justificada. Además hormigueos (disestesias, parestesias) en pies y manos.

La lepra se contagia de persona a persona por un contacto directo y prolongado, calculado en aproximadamente de 3 a 5 años. Se produce entre un enfermo con posibilidad de transmitir la enfermedad (ya que no todos los que padecen lepra eliminan bacilos fuera de su organismo) y una persona sana susceptible. Es decir que debe mediar una predisposición especial para poder enfermar. La mayoría de las personas posee resistencia natural al Mycobacterium leprae.

Hoy está científicamente demostrado que la lepra no es hereditaria. De una madre y/o padre enfermo nace un hijo sano. La mejor protección que se le debe dar al recién nacido es que el progenitor afectado realice y complete el tratamiento.

El enfermo puede y debe realizar una vida completamente normal, con todos sus derechos y deberes sociales y civiles. Puede casarse, deambular, trabajar. . . sin ningún tipo de restricción ni consideración especial. Lo único que debe hacer diferente, es realizar el tratamiento adecuado y completo, tomando todos los recaudos para prevenir las eventuales discapacidades.

Los más expuestos a la infección son los convivientes del enfermo de lepra, o sea los familiares directos.

Hecho el diagnóstico (preferentemente en forma precoz) y realizando un tratamiento regular y completo, el cual tiene una duración de entre 6 meses a 1 año según la forma clínica del paciente en tratamiento, la lepra se cura. La medicación que logra este fin es entregada en forma gratuita por el Programa Nacional de Lucha Contra la Lepra (Salud Pública de la Nación). Siempre se deben utilizar varios medicamentos a la vez, por lo que se denomina "tratamiento multidroga" (TMD). Es importante no sólo instaurar el TMD, sino desde el mismo momento del diagnóstico realizar la prevención de la discapacidad de manos y pies.

Por el momento no existe una vacuna eficaz contra la lepra. Contamos a la fecha con el tratamiento efectivo y el diagnóstico precoz a través del examen periódico de los convivientes. La aplicación generalizada de la BCG (vacuna contra la tuberculosis) es probablemente un factor contribuyente a la declinación de la incidencia de los casos de lepra en nuestro medio, pero no es recomendado repetir las dosis de BCG para impedir la lepra.

Rehabilitación significa efectuar las acciones necesarias para que el paciente pueda continuar con su vida familiar, laboral y social si es que sufrió una discapacidad a causa de esta enfermedad. Cuando el paciente se cura deja de ser enfermo, por lo tanto no se debe fomentar la sobreprotección.

Los enfermos pueden ser atendidos en cualquier centro sanitario (hospital general, sanatorios, clínicas, consultorios, salas de salud, dispensarios, etc.) donde exista personal capacitado y disponibilidad de la medicación específica.

A tener en cuenta


- Toda mancha con adormecimiento que persiste en el tiempo, debe hacer pensar en lepra

- La lepra es de muy difícil contagio

- No se debe suspender el tratamiento durante el embarazo

- La clave de la recuperación y la mejor prevención es el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno y adecuado

- La mejor rehabilitación es la prevención

- Deben darse conocimientos sobre la enfermedad a partir de la escuela primaria y reiterarse a nivel secundario y universitario. Es oportuno y necesario utilizar los medios de comunicación masiva.

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