Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
No entraremos a polemizar, acerca de si las cosas son así, o solo se trata de una “marca” con la que la ciudad ha logrado un lugar indudablemente de importancia significativa dentro del marco de esa actividad. Pero lo cierto es que la misma adquiere en su economía un lugar principalísimo, del mismo tenor, aunque no sea de la misma envergadura, de otras ciudades y zonas turísticas tanto de nuestro país como del extranjero, y que en todos los casos tienen por causa común a la actual pandemia.

Es por eso que estamos seguros que tal como ocurre en esos otros lugares, tanto las autoridades como los empresarios del sector, están analizando medidas en miras a atenuar sus consecuencias, sobre todo en el caso de que -como existe temor- se asista a una extensión de la emergencia, que vaya más allá de la próxima temporada veraniega. Un problema de una complejidad casi insuperable, de advertirse que el “turismo es sinónimo de circulación”, y entre las maneras de enfrentar la peste está el achatar la circulación, hasta extremos de impedirla casi totalmente.

Y aquí se hacen presentes los “protocolos” y nuestra atención se focaliza en una variedad de éstos. Se trataría de elaborar y lograr la habilitación de un protocolo, por el cual pudieran venir a nuestra ciudad familias radicadas fuera de Colón, pero que sean propietarias de viviendas de vacaciones dentro de su jurisdicción.

Una primera opción que cabría ser acompañada, o al menos que ella esté elaborada en forma completa y en carpeta, que haga posible que familias, que, sin ser dueñas de vivienda en la ciudad, han alquilado por anticipado una, puedan también acceder a la ciudad. Y cuando decimos Colón, incluimos en la sugerencia a todas las localidades que cabe considerar con un destino turístico, ubicadas en nuestra margen del río Uruguay.

Todo ello, sin olvidar el apoyo oficial traducido en la eliminación de impuestos y tasas para quienes son titulares de este tipo de emprendimientos. Consideramos que una propuesta de este tipo no es disparatada, máxime cuando no contempla ni a campamentistas ni a visitantes por menos de un día.

Enviá tu comentario