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Frente a las dificultades económicas que atraviesa el sector privado, Concepción del Uruguay ha ideado algunos mecanismos novedosos que garantizan aportes oficiales para el sector privado pero además benefician de forma directa a los ciudadanos. El Gobierno municipal de Martín Oliva aporta $400.000 al mes para el sector gastronómico a cambio de comidas gratis para grupos vulnerables de chicos y jubilados que no pueden pagar una salida. Algunos vecinos advierten de la existencia de algunas distorsiones en el reparto de los beneficios.
Todos ganan
La pandemia aplastó la actividad económica. Eso no es novedad. Los sectores más afectados por las restricciones sanitarias vieron interrumpida su actividad durante largos meses y el retorno parcial apenas si alcanza para sobrevivir al aluvión de deudas acumuladas. Sin embargo, en medio de una situación muy complicada también afloran iniciativas novedosas que buscan aliviar el impacto.

La inventiva del Gobierno Municipal de Concepción del Uruguay llevó al intendente Martín Oliva a implementar un mecanismo de asignación de fondos al sector gastronómico, pero que a cambio brinda servicios con almuerzos, meriendas y desayunos gratis a sectores vulnerables que no podrían pagar una salida recreativa de este tipo. La ideóloga de la propuesta es la Directora de Producción, Victoria Giarizzo, que ya implementó acciones similares para el Día del Amigo beneficiando a comerciantes y clientes al mismo tiempo con los aportes del Estado.
Cómo funciona el sistema
La propuesta tiene doble impacto: inyecta recursos al sector gastronómico y asegura acceso a una salida recreativa a sectores de bajos recursos que no podrían pagar una cena en un local comercial. Con esta iniciativa, la gestión Oliva inyectará un total de $2,4 millones de pesos con pagos mensuales de $400 mil durante seis meses. De ese modo, los empresarios del sector de la gastronomía se aseguran un piso mínimo de ingresos que refuercen las ventas que comienza a generar la apertura paulatina y la extensión horaria que permite la baja de contagios por COVID-19 en esta etapa.

Esos platos gratuitos que financia el aporte estatal se distribuyen desde la Secretaría de Desarrollo Social que conduce Marianela Marclay y desde el área de Producción Municipal. Los destinatarios acordados con los locales gastronómicos iban a ser chicos de barrios vulnerables o familias que no pudieran pagar el acceso a un servicio de este tipo. En esta ecuación, todos ganan.
Los beneficiarios
Consultado en Radio Franca, el presidente de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Concepción, Fernando Vence, detalló que “nosotros no participamos de la decisión sobre los beneficiarios de esta propuesta”. El empresario detalló que “el Gobierno Municipal nos avisa dos o tres días antes qué institución o quiénes van a ir a comer y cuántas personas son, pero son ellos los que deciden a quien otorgar el beneficio”. De todos modos, remarcó que “lo que acordamos era beneficiar a personas que no pueden pagar por una cena o una salida gastronómica”.

Sin embargo, a poco de implementarse la modalidad algunos vecinos comenzaron a alertar por la falta de controles en el uso de esas comidas gratuitas que paga toda la comunidad. Entre los casos advertidos, hay entidades que invitan abiertamente a sus miembros, sin considerar el poder adquisitivo o la posibilidad que tienen de afrontar una salida de este tipo, desvirtuando el propósito inicial. Ante la consulta de El Entre Ríos la directora de Producción aseveró que el mecanismo está ideado para favorecer a geriátricos a los que se envían viandas, a colectivos como las personas trans, a chicos que van a recorrer la isla del Puerto en grupos escolares o Centros de Jubilados. De todos modos, reconoció que “puede haber alguna filtración de parte de las personas de las entidades que coordinan cada grupo, por lo que este aviso nos va a permitir ajustar el mecanismo”, adelantó Victoria Giarizzo.

Hasta el momento, la iniciativa permitió inyectar recursos frescos a diversos locales gastronómicos que participan de la propuesta y beneficiar a jubilados, geriátricos, grupos de estudiantes y otros sectores que, tal vez por primera vez, han podido disfrutar de una salida recreativa y compartir con otras personas.

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