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Es sabido que en Gran Bretaña existe lo que se conoce como “el gabinete en la sombra”, o sea se asiste en el parlamento a la presencia de un grupo de sus integrantes pertenecientes al partido de la oposición que, dirigidos por el líder de la misma, conforman un gabinete alternativo al gobernante con el deber legal de ser oposición. Cada uno de ellos es portavoz de la cartera que maneja y debe enfrentarse al titular del cargo, de cada uno de los ministerios.

El verdadero dislate que ha significado el desdoblamiento de las elecciones nacionales y provinciales, con la intención fallida de “esconder a Cristina” -aunque no sabemos si en el caso concreto de nuestra provincia fue con la intención de hacerlo con Urribarri- ha tenido como efecto la curiosa situación de una larga coexistencia, de lo que, de una manera eufemística, venimos llamando, a “los que llegan” y “los que se van”.

Un estado de cosas que, como se ha informado, ha dado lugar a algunos chisporroteos, en los que no viene al caso buscar responsables, sino lamentarlos, aparte de que, para bien de todos, lograr que no se repitan. De todos modos ello ha hecho que nos encontremos con el temor de “los que llegan” de encontrar al momento en que esa circunstancia se haga efectiva -y la experiencia que tuvo que vivirse produce temor- sino con las arcas estrictamente saqueadas, de cualquier manera vacías.

Cuál es que “los que llegan”, sin que ello signifique necesariamente la presencia de un “gobierno alternativo”, se esté ante un equipo que entra en el mejor de los estados posible “a las gateras”, quiere ello decir con metas claramente esbozadas y planes meditados largamente a implementar. Máxime cuando en el nuevo gabinete existen personas con una larga experiencia adquirida por su paso prolongado por la administración pública, cual el caso del señalado para ocupar la Secretaría de Gobierno, quien acompañó a Hugo Marsó en los últimos tramos de su última gestión como intendente de Colón, y también en su paso como ministro de Turismo de la provincia.

También el caso de la señalada como secretaria de Turismo, para la cual los vericuetos administrativos del área no tienen secretos, ya que fue, prácticamente sin solución de continuidad, funcionaria en la materia en la mayor parte de las sucesivas administraciones de tinte justicialista, hasta que se produjo, por razones hasta el día de hoy desconocidas, la desafección del actual intendente hacia su persona.

Entretanto, existen dos situaciones en las que se hace necesario que se avance hacia una coordinación que haga la transición lo menos traumática posible para bien de todos, cuales son la vinculada con la forma de encarar la próxima temporada de turismo veraniego y la organización de la Fiesta Nacional de la Artesanía. Una celebración respecto a la cual debe permitírsenos insistir en nuestros conocidos reclamos de dejar el Parque Quirós para ubicarla en otro lugar, y en ese caso no desechar la posibilidad de llegar a un acuerdo con el club propietario para llevarla a cabo en el predio del hipódromo local.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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