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En los últimos días, el Instituto Reuters emitió su Reporte Anual en el que repasa varias aristas relacionadas al consumo de noticias y el estado de los medios de comunicación. Argentina integra nuevamente el estudio internacional donde se remarcan los efectos negativos de la pandemia sobre el ecosistema de noticias y la caída de ingresos.

El Digital News Report 2021, al igual que en 2020, señala que “la pandemia del coronavirus sigue colocando una nube oscura sobre la salud de nuestras comunidades y también sobre el sector periodístico”. Los más afectados han sido los periódicos impresos, con caída de ventas, de ingresos y de lectores. A esto se agregan los despidos de periodistas y el temor de los anunciantes por la recesión económica mundial. Si bien crecen las opciones de membresía o sistemas de suscripción, el impacto es bajo. En los 20 países donde los editores han impulsado activamente las suscripciones digitales “un 17% dice que ha pagado por noticias online en el último año” (2% más que en 2020 y 5% más que en 2016). La amplia mayoría de los consumidores continúan resistiéndose a pagar por cualquier tipo de noticias online. La buena noticia es el crecimiento del nivel de confianza en el periodismo, en tiempos de desinformación en redes sociales.

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Más confianza en el periodismo
Sin embargo, la incertidumbre que ha generado el coronavirus ha consolidado una tendencia importante: “el valor de la información rigurosa y fiable cuando hay vidas en juego. En varios países vemos a las audiencias volcándose hacia las marcas confiables y atribuyendo mayor confianza a los medios en general”, destaca el reporte internacional.

Esta situación también muestra resultados que agrandan la brecha de confianza entre los medios y las redes sociales, sin perder de vista que para muchas minorías los medios no representan adecuadamente sus intereses. Aún así, en términos generales “la confianza en las noticias se ha incrementado, en promedio, seis puntos porcentuales con la pandemia: el 44% de la muestra total dice que confía en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo”. Esto compensa recientes caídas en el promedio de confianza y se recuperan los niveles de 2018. Finlandia se mantiene como el país con la confianza más alta (65%) y Estados Unidos posee la cifra más baja: 29%.
Nuevas dinámicas de acceso a las noticias
Ante la necesidad de reemplazar ingresos por publicidad, la mayoría de los medios están implementando nuevos modelos de negocios como la suscripción y la membresía. De este modo, los lectores pagan para acceder a contenido exclusivo, lecturas ilimitadas, reportes especiales y otras formas de tratar de atraer a los suscriptores. Sin embargo, Reuters advierte que este sistema de ingresos “todavía ni siquiera se acerca a compensar los ingresos perdidos”. Si bien hubo un incremento significativo en el pago por noticias online en un puñado de los países occidentales más ricos, el porcentaje general de gente que paga por noticias online permanece bajo.

La TV ha sostenido un sólido rendimiento en algunos países mientras los periódicos impresos han sufrido una caída aún más brusca en casi todas partes. En varios países europeos se pudo corroborar que el consumo de noticias por televisión es significativamente más alto que hace un año, cuando no había restricciones de circulación.
Preocupa la desinformación
Al momento de conocer cómo llegan los usuarios hasta las noticias, se repite la tendencia que muestra el uso de redes sociales para consumir noticias, sobre todo entre los jóvenes y quienes poseen niveles educativos más bajos. Las aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram se han vuelto especialmente populares como vehículos de noticias en el Sur Global. Esto que parece una buena noticia, es también una señal de alarma en tanto crece la preocupación por el uso de estas plataformas para la propagación de desinformación sobre el coronavirus.

De este modo, otro dato significativo de los resultados de este año está asociado a la creciente preocupación por la desinformación. “La preocupación global por la información falsa y engañosa ha crecido ligeramente este año y va desde un 82% en Brasil a sólo un 37% en Alemania”, se lee en el reporte Ejecutivo de Reuters. También es un dato interesante saber que “Los usuarios de redes sociales son más propensos a decir que han estado expuestos a desinformación sobre el coronavirus que quienes no son usuarios. En casi todas partes se percibe a Facebook como el canal principal de diseminación de información falsa, aunque las aplicaciones de mensajería como WhatsApp se consideran un problema mayor en lugares del Sur Global como Brasil e Indonesia”.

De este modo, en medio de las profundas transformaciones que ha provocado el impacto del coronavirus, el ecosistema de noticias ensaya formas de revitalizarse de la mano de la información confiable, sobre todo en temas de salud. Esta diferencia significativa de la confianza en relación a la información falsa que circula por redes sociales y sistemas de mensajería parece una señal alentadora para que el periodismo eleve sus estándares de calidad.

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