Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
60 miembros tuvo la comitiva que fue a Europa
60 miembros tuvo la comitiva que fue a Europa
60 miembros tuvo la comitiva que fue a Europa
La actual administración nacional, sobre todo en su cúspide, algo que es natural dado que es a ella a la que se le presta más atención por parte de la opinión pública, ha exhibido una descuajeringada demostración de su “no funcionamiento”, tal como lo advirtiera, en uno de esos súbitos mensajes con los que rompe el silencio la vicepresidenta; sumando a esa característica algo que, en el lenguaje de la muchachada de estos días, se conoce como un vivir “fiestero”.

Las pruebas de ello no son muchas, pero con características en las que se mezclan lo que es público y lo que se trata de mantener oculto, dado que se lo tiene por privado, del que se puede inferir una línea de comportamientos. Es que si lo que se llega a conocer da cuenta de ese estilo de encarar la vida, al menos de una manera temporaria, existe una inclinación, aunque imprecisa, a inferir, aun exagerando, que es válido lo que se sabe.

Un ejemplo notorio que da pie a esa conjetura, fue el espectáculo que, de una forma que tenía más de malévolo que de generoso y complaciente, que a alguno o varios de sus integrantes se les ocurrió subir a las redes un video, el que se “viralizó” en seguida, como ahora se dice, y que dio origen a lo que sorprendentemente dejó de ser un mensaje tóxico de los habituales en ella, para transformarse en un verdadero escándalo. De tal magnitud -por sus repercusiones y no por el hecho en sí- que según algunos opinólogos, que se ocupan de observar las idas y venidas en el humor de la opinión pública, que en este caso, haciendo reverberar el enojo ya desmedido de la gente, tuvo las sorprendentes consecuencias en los resultados de las elecciones primarias del pasado septiembre.

Es que un festejo de cumpleaños, un acontecimiento en principio feliz, en la que la celebrada era la “primera dama”, y que tuvo por ámbito uno de los salones de la residencia presidencial de Olivos, al serlo en tiempos de pandemia y de riguroso confinamiento, a pesar del sigilo empeñoso tanto de la convocatoria como de la celebración, transgredió una barrera, que llevó a que la misma tomara estado público.

Una circunstancia, la que más allá de lo señalado, lleva a tener presente, según alguien lo ha destacado, el saber mafioso casi instintivo el que, similar a lo que se ve en las series televisivas, obliga a respetar la regla que señala que, antes de ingresar al recinto de una reunión, los convocados a ella deben “dejar los celulares apagados y afuera”. Salvo que a esa advertencia se la reemplace por una explicación, cual es la señalada por otros, que intentan, dada la trascendencia de lo ocurrido en esa fiesta de cumpleaños, no resistir a la tentación que sus conocidos se enteren de la jerarquía del nivel social en los que “se mueven”.

En tanto es conocido también el hecho que nuestro presidente Alberto Fernández llevó una nutrida comitiva a su gira por Europa para participar de la Asamblea de G20, en Roma, y a la 26 Cumbre de Cambio Climático, en Glasgow. Entre ambos destinos acompañaron al primer mandatario 60 funcionarios de los ámbitos de la Presidencia y los ministerios de Relaciones Exteriores, que conduce Santiago Cafiero; Economía, de Martín Guzmán; Medio Ambiente, de Juan Cabandié; Desarrollo Productivo, de Matías Kulfas; y Agricultura, Ganadería y Pesca, a cargo de Julián Domínguez. En una comitiva que señala que estaba constituida por decenas y decenas de funcionarios que forman parte del staff en calidad de custodios, médicos, asesores, fotógrafos, comunicadores de prensa y expertos. Varios de ellos, se dijo, sólo asistieron a uno de los dos destinos.

La información que hemos transcripto, añade literalmente la referencia a la circunstancia que primeramente habría circulado una lista de casi 100 personas, las cuales serían las que viajaban. Pero desde el Gobierno aclararon que eran en realidad 60, y que los restantes 40 participaron a lo largo de la gira pero no formaban parte de la comitiva que estuvo a bordo del avión con el presidente Alberto Fernández. Además de aclarar que esos 40 viajaron en diferentes momentos mientras duró la cumbre del cambio climático para participar de las actividades en las que cada uno de ellos interviene en representación del gobierno argentino.

Mientras tanto, si se tiene en cuenta, que está claro – a pesar de las afirmaciones en contrario de las fuentes oficiales- que la gira fue un fracaso, cabría suponer que no haber estructurado una comitiva más reducida, ha significado usar el tiempo “tirando manteca al techo”, en momento que este delicioso producto de origen animal que eufemísticamente en la ocasión asimilamos al dólar, no es precisamente lo que sobra entre nosotros.

Enviá tu comentario