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Asimismo, se encontraron niveles más bajos de actividad entre mujeres, adultos mayores y personas en situación de vulnerabilidad social.

De la información aportada por la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) que llevó a cabo la Secretaría de Salud de la Nación en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), se desprende que cuatro de cada diez argentinos no realiza la actividad física recomendada, probelma que se agrava especialmente entre las mujeres, personas de la tercera edad y quienes viven en situaciones vulnerables.

La actividad física produce efectos beneficiosos en la salud presente y futura de las personas en todas las etapas de la vida. En los adultos, la práctica de actividad física regular, a nivel cardiometabólico disminuye el riesgo de padecer hipertensión, diabetes mellitus tipo 2 y muertes por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Además, reduce la incidencia de padecer algunos tipos de cánceres y ayuda a mantener un peso saludable. Con relación a la salud mental, reduce el riesgo de demencia, mejora la función cognitiva, y los síntomas de ansiedad y depresión. En personas mayores reduce el riesgo de caídas y lesiones asociadas, además de mejorar la funcionalidad física en aquellos con y sin fragilidad.
Cuarto factor de riesgo de mortalidad
En la presente edición de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo se utilizó el método IPAQ (International Physical Activity Questionnaire) que permite medir el nivel de actividad física de la población en la última semana. A partir de estos datos, y con el mismo tratamiento de análisis de las ediciones anteriores, se categorizó el nivel de actividad física de acuerdo con las recomendaciones del cuestionario IPAQ de la siguiente forma:

Nivel bajo: sin actividad reportada o no incluido en niveles medio o alto.

Nivel medio: cumple alguno de los siguientes criterios:

* 3 o más días de actividad física vigorosa, al menos 20 minutos; o

* 5 o más días de actividad física moderada y/o caminata acumulando al menos 30 minutos; o

* 5 o más días de cualquier combinación (caminata, actividad física a intensidad moderada, actividad física a intensidad vigorosa) acumulando al menos 600 METs4-minutos por semana.

Nivel alto: cumple alguno de los siguientes criterios:

* 3 o más días de actividad física a intensidad vigorosa acumulando al menos 1500 METs -minuto por semana

* 7 o más días de cualquier combinación (caminata, actividad física moderada, actividad física vigorosa) acumulando al menos 3000 METs-minutos por semana.

Los METs (equivalente metabólico) semanales se calcularon utilizando la siguiente fórmula:

* METs totales por semana = (3,3 x minutos totales por semana de caminata) + (4 x minutos totales por semana de actividad física moderada) + (8 x minutos totales por semana de actividad física vigorosa).

Asimismo, en el grupo que presentó actividad física baja, se analizaron las barreras para la realización de actividad física en la última semana.
Las mujeres, menos que los hombres
En la 4° edición de la ENFR la actividad física baja disminuyó a 44,2%. Esto significa que 4 de cada 10 personas no realiza la actividad física recomendada, lo cual es un dato preocupante. Resultan especialmente notorias las brechas con relación a la edad, sexo, nivel educativo y nivel socioeconómico, evidenciándose mayor actividad física baja en las mujeres, los adultos mayores y los grupos en mayor situación de vulnerabilidad social.

Resultó mayor la prevalencia de actividad física baja entre mujeres respecto de varones (46,6% vs 41,5% respectivamente). A mayor edad se evidenció mayor actividad física baja: mientras los adultos jóvenes de 18 a 24 años tuvieron una prevalencia de actividad física baja de 33,5%, los adultos de 65 años y más tuvieron una prevalencia de 56,7%. Las personas con primaria incompleta tuvieron una prevalencia de 58,3% de actividad física baja, mientras que entre las personas con secundaria completa y mas fue de 38,9%. El gradiente descendente por nivel socioeconómico mostró que la prevalencia en el quintil 1° fue de 47,3% mientras que en el quintil 5° fue de 37,8%. No se observaron diferencias según cobertura de salud. En cuanto a las barreras para la realización de actividad física, entre aquellos que presentaron bajo nivel de actividad física, se destacó como principal razón la falta de tiempo (40,3%), seguido de razones de salud (24,4%) y falta de voluntad (14,5%). Solo el 6,4% respondió que no realiza más actividad física porque ya realiza la cantidad que necesita.

La actividad física insuficiente, es decir, cuando no se alcanza a cumplir con las recomendaciones de actividad física por edad, es considerada como el cuarto factor de riesgo de mortalidad por ENT, solo superada por la hipertensión arterial, el consumo de tabaco y la diabetes mellitus. A nivel mundial, más del 25% de los adultos no alcanza un nivel de actividad física suficiente, es decir que aproximadamente 1,4 mil millones de adultos están en riesgo de desarrollar ENT y de morir de manera prematura por esta causa.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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