Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Es extraordinario ver a Maradona viviendo en Sinaloa. Y dirigiendo allí a un equipo de once, con aspiraciones de dejar la segunda categoría y ascender. ¡Bien dicen que los caminos del Señor son inescrutables! En una de esas, nunca se sabe, lo vemos en Colón al frente de Achirense. Algo que sería un golazo, aunque no para Maradona, claro está.

De dónde venimos a encontrarnos con un grande que ha recorrido una gran parte de su parábola de vida. Y que siente que ha ingresado en una etapa de humildad. Hay que ver las palabras llenas de contenida humildad y de amorosa hermandad que pronunció cuando fue recibido en Sinaloa.

Eran las de otro Maradona. Por más que debo reconocer que no sabemos con lo que saldrá después. Porque Diego es tan grande como imprevisible. Y si bien no ha habido nadie nunca que lo supere cuando de hacer maravillas con el balón se trata, se debe reconocer que también se ha mandado macanas y no solo macanas, sino macanas grosas. La mayor fue dejarla a Claudia y la segunda juntarse con Coppola. Y de las demás, mejor no hablar. Es por eso que siento por él una mezcla de idolatría y compasión.

Porque me digo, no sé hasta qué punto tiene la culpa de todas las gansadas que se mandó, las que apenas han servido para mellar su grandeza y ese ser suyo lo ha convertido en una verdadera “marca registrada”. Es que no dejamos de bandearnos a la hora de llenarlo de loas. Y hasta supimos decir que era capaz de valerse de “la mano de Dios”.

Una verdadera barbaridad porque -y esto no se lo escuché a mi tío- debo aclarar que Dios no quiere cosas puercas. Y en el fútbol…

Pero la cosa es que ahora parece haberse bajado de su trono y transpirar humildad. Y hasta cumplir el trabajo de maestro. Del mejor de los maestros, que es el que comienza por enseñarse a sí mismo a andar sin salirse a la banquina. Y con su ejemplo de paso enseñar a los demás. En especial a la muchachada que ahora se escribe “muchachad@”, según me dicen, cosa que es de no creer...

Lo que queda bien claro cuando, al reunirse con los chicos de Dorados -aclaro por si no lo saben, es el club de Sinaloa que comienza a dirigir- les advirtió que "no vengo de vacaciones porque hoy quiero ver el sol, antes no quería acostarme”.

Con lo que viene a decir el pobre -hay que tener en cuenta que, con todo lo que le ha pasado, a veces no se le entiende bien lo que dice y hay que esforzarse en hacerlo- es que desde hace un tiempo le gusta levantarse bien dormido para ver salir el sol.

No me van a decir que esto no es sino un consejo a tanto muchach@ que hace precisamente lo contrario…
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

Enviá tu comentario