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¡Cuánta emoción al enviar el primer ensayo o el primer artículo científico para publicar! ¡Cuánta al ver las pruebas, y otro tanto al leer el título y su nombre! Siempre tuve un religioso sentimiento con las revistas, más que con los libros. Pero nada puede con la caducidad propia de esta vida y todos ellos, revistas y libros tendrán un destino parecido al de toda carne.

¿Cuál fue el primer “De aquí y de allá”, qué recuerdos todavía encierra? El aquí ya es otro y el allá más lejos. Pero valdría quizá la pena revisarlos lentamente y ver lo que puede haber de actual en ello. No somos una sociedad que avanza sino que gira sobre sí misma.

No sé si se habrá estudiado lo que ocurre con los trabajos de índole humanística o social con el paso del tiempo. En el caso de las publicaciones científicas algo se ha hecho (quizá más de lo que tenga yo noticia).

Así científicos del Instituto Max Planck de Alemania junto con pares de la China, analizaron 5 millones de artículos aparecidos en revistas científicas publicadas entre 1980 y 1990 y se encontró que solo dos artículos cada 10 mil mantenían influencia en su campo décadas después de su publicación.

Se buscan los artículos “seminales”, aquellos que describen una primera herramienta, “los hombros sobre los cuales descansan” un importante número de publicaciones o hallazgos. Sobre ellos se volverá repetidamente, con un elevado número de citas de referencia. Entre trabajos seminales estuvieron el método para el estudio del genoma, el largo seguimiento que permitió revelar la asociación entre hepatitis B y cáncer de hígado en hombres chinos, y el uso de la hipnosis para investigar el rol de las emociones en la memoria.

Los trabajos fueron clasificados como: buenos, notables y sobresalientes en base a la frecuencia en que fueron citados en otras publicaciones. De los 5 millones de artículos, 1013 fueron considerados como sobresalientes y 40 como notables. Ellos permanecieron durante décadas en citas bibliográficas. El 80% de los autores eran norteamericanos.

Se vio que algunos trabajos eran muy citados en los años inmediatos a su publicación, pero entran en un olvido rápido, si bien no sabemos si este es irrevocable, en otros casos el número de citaciones es bajo pero este aumenta años más tarde. Algunas bajas de la lista de referencia, puede deberse a algunas de ellas fueron captadas en libros de texto.

El trabajo de Alan Guth publicado en 1981 llegó a su pico 30 años después de su publicación (citado 5 veces en 1982, entre 100 y 200 años durante 20 años y llegó a las 300 citaciones en el 2012, su tema era el “Universo inflacionario”, lo que ocurriera inmediatamente al Big Bang).

La naturaleza parece ser una gran despilfarradora, sus frutos parecen excesivos. Algo similar puede ocurrir con la investigación científica, trabajos y desvelos para la nada, aunque nunca sabremos de algunos trabajos mediocres u erróneos que inspiraron otro exitoso y tuvieron así su ignorado triunfo. De cualquier manera el trabajo que realizaron alemanes y chinos parece apabullante: revisar 5 millones de artículos y seguirlos como referencias. Digno de la gran muralla china.

Ref Nature Index May 2018
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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